Tapear, sí, pero dónde
Cinco jóvenes relatan sus lugares predilectos a la hora de picar algo, variedad de zonas y múltiples posibilidades se reparten por la ciudad
Glorieta de Arabial, Calle Navas, plaza de Toros, Carril del Picón, todo un abanico de vías para tomar una caña o un refresco con su correspondiente tapa. Pero la cuestión es, dónde les gusta tapear a los granadinos.
Ismael ha sido fraile y ahora también es cocinero, así que entiende de estas cosas. El tapeo es una devoción que practica los fines de semana a mediodía, cuando el estrés de la semana no le impide disfrutar del sol en una terraza y una bebida fría. Este joven padre de un bebé trabaja en una taberna del centro de la capital compaginando las labores de cocinero y camarero. Según cuenta, hace ya tiempo que los bares granadinos han mejorado la oferta, y se puede elegir entre una amplia variedad. "¿Qué cuál es mi bar preferido? El mío, -afirma rotundo-, pero ese frente a El Corte Inglés también es bueno.
Quien tiene ya una ruta establecida es Eduardo, estudiante de profesión y político por vocación. "Hay un montón de sitios en Pedro Antonio, otro en la plaza de San Lázaro, y como estudio en el centro pues es subir dos calles, tomarse dos cervezas y ya has cenado". No obstante, su momento del día es las 14 horas, cuando sale de las facultades de Ciencias Políticas o Derecho, ya que hoy en día hacen falta al menos dos carreras para poder tapear.
Acaba de llegar y se ha sentado bajo la sombra de un plátano oriental. Mientras, su prometida y su futura suegra han ido a buscar trajes para la inminente boda. Su chaqué, o lo que quiera que sea, puede esperar. Juanjo viene de Albuñol y ha estado sólo dos veces en la capital tomando algo, ambas en la zona de plaza de Toros. "Es que me pilla muy lejos, son muchos kilómetros para venir expresamente a eso", confiesa. Las anteriores ocasiones vino a "hacer negocios", hoy ha comido en casa. Una oportunidad perdida.
Antonio y Carmen viven cerca de la facultad de Ciencias, estudian Caminos y Puertos y la zona predilecta es la calle Gonzalo Gallas y Arabial, "aunque sea porque nos pilla más cerca", se adelanta Antonio. Carmen sonríe porque le da vergüenza que le hagan una foto y dice que siempre van a los mismos sitios. "A mí me gusta más los sitios del centro, pero es que para comer algo rápido pues cerca de la facultad y del piso", explica.