"Tengo la responsabilidad de subirme al atril donde se produce el pregón cofrade más antiguo del mundo"
Desde que Lorca anunciara la Semana Santa, David Rodríguez Jiménez Muriel se convierte este domingo en el pregonero más joven de los ocho días de pasión granadina
David Rodríguez Jiménez-Muriel, tras recibir las tapas del pregón el pasado martes. Foto: Álex Cámara
Once días le han sido suficientes para preparar y redactar el pregón que pronunciará el domingo. A sus 34 años, David Rodríguez Jiménez-Muriel se convertirá en el pregonero más joven de la Semana Santa de Granada desde el que pronunciara Federico García Lorca. Sin desvelar grandes detalles de lo que será su intervención en el Teatro Isabel La Católica, así afronta el pregonero de 2015 el difícil reto de anunciar los ocho días de la pasión granadina.
Pregunta.- ¿Qué supone ser pregonero de la Semana Santa de Granada?
Respuesta.- Es un doble sentimiento el que aflora. Por un lado el enorme orgullo evidentemente máxime este año de cómo ha sido la elección, al ser la más democrática posible y la más consensuada posible por todas las hermandes. Por vez primera el pregón es de todos, no de los cuatro o cinco que te hayan elegido. Por otro lado por la gigantesca responsabilidad de subir al atril donde se produce el pregón cofrade más antiguo del mundo y que inició nada menos que Federico.
P.- Dar el pregón, ¿supone una ilusión o más un quebradero de cabeza?
R.- Formo parte del muy reducido, triste reducido grupo cofrades amantes de la literatura cofrade, aplicada como disciplina artística cofrade, que demandamos además la revalorización y la puesta en valor de esta disciplina como hemos conseguido en tras artesanías y que intentamos, eso ya lo juzgue quien sea, que esa dignificación forme parte de esa labor de oratoria y de escritura.
P.- Ha tenido la suerte de presenciar muchos pregones de Semana Santa, ¿le han venido a la cabeza esos recuerdos y esos momentos?
R.- Se te agolpan escenas, momentos concretos, partes y fragmentos al menos de pregones vibrantes que consiguieron como espectador, ya no tanto como cuenta cosas de las cofradías, elevarte. Si acaso me atrevería a citar a José Luis Barea Ferrer, a Miguel Luis López Guadalupe Muñoz, al padre Enrique Iniesta o a Encarna Ximénez de Cisneros. Oratorias que han pasado por allí y han tenido ese concurso de lo popular y saber conectar con el escenario y el respetable.
P.- ¿Cuando se ha enfrentado al pregón en el primer folio en blanco, cómo lo ha hecho?
R.- Cuando llego yo a ese papel primero pensaba en los temas. A mi me interesa mucho el desarrollo poético de una serie de temas, la búsqueda de originalidad. Este será el pregón número 72 que pronuncie y la máxima que me impongo sea de la altura de este o de un pequeño pueblecito siempre es buscar algo original, que otros antes no hayan hecho pero que yo mismo tampoco me repite. Lo merecen tanto los habitantes de un pequeño pueblo como los miles de granadinos que protagonizan la Semana Santa de Granada. El mejor momento y el que más le recomiendo yo al que ya es pregonero o lo es en ciernes es el momento de la creación, el momento tuyo. Ahí es donde de verdad estás disfrutando del pregón, ahí debes plasmar lo que veas y si no lo que veas ir construyendo algo que se sobrentiende de haber estado a la altura de las circunstancias.
P.- Después de 72 pregones, ¿un pregón nace o se hace?
R.- Creo que ambas cosas, como todo en la vida. El arte tiene un punto de partida y un punto de ejecución. El pregón igual evidentemente.
P.- Sin tratar de desvelar el pronunciamiento de este domingo, ¿qué será el pregón de la Semana Santa de Granada?
R.- Será una reclamación absoluta de la importancia de la ciudad de Granada. Los que más aprecian son los de fuera y los que primeros olvidamos la trascendencia fundamental en el transcurso fundamental de la historia de la humanidad y no sabemos tomar el pulso a destacar el papel fundamental que jugó esta ciudad. Me compete comentarlo. Un papel único en la historia de la humanidad. Será esa reclamación que además desde esa perspectiva sin la que la Semana Santa de Granada no sería lo que es. Su urbanismo, intrahistoria y sus particularidades geográficas u orográficas, climáticas cómo han moldeado a sus hijos y a su Semana Santa.
P.- ¿Qué no va a ser el pregón de la Semana Santa de Granada?
R.- No será un pregón al uso quizás, un pregón domesticado por la experiencia de tantos años, con un tenor literal ya repetido y ya consabido y, por supuesto, no va a ser un pregón desde el que se reivindica absolutamente nada. Los pregones no están para reivindicar nada. Los pregones son exaltaciones y anuncios. Cuando se pierda la perspectiva de esto el pregonero está usando para sus propios beneficios el atril.
P.- ¿Qué ha sido en lo que más le han incidido durante estos días antes del pregón?
R.- Si no el más repetido, sí el que ha sonado en alguna ocasión y más me ha impactado es que el pregón sea para Dios y Granada. Me lo he tomado muy en serio. Desde luego lo que sí es cierto y hay que dejar muy claro con una tinta más gruesa es que Granada es muy cariñosa. Nos creíamos que formábamos parte de esta sociedad como todas las ciudades de interior y sin carácter extrovertido, es una Granada muy cariñosa. Excesivamente cariñosa me atrevería a decir. Me previno sobre ello Encarna Ximénez y le doy la razón. Hasta el momento en el que uno suba al atril Granada es muy cariñosa, luego ya se verá. También sabe ser muy juiciosa.
P.- ¿A qué tiene que estar predispuesto alguien que escuche su pregón el domingo?
R.- A recibir todos los mensajes codificados a través de las distintas figuras de la poesía. Uso mucho el concepto poético. La metáfora y la alegoría es una sucesión obligada en los versos y en las estrofas y en las distintas composiciones. Va a ir descodificándose un montón de sentimientos de palabras que no sean vacías. Forma parte del colectivo más importante que ha conocido la ciudad de Granada. El más histórico y el que en muchas ocasiones está por encima del resto de la ciudad, que es el cofrade.
P.- Le pido un esfuerzo periodístico, ¿qué titular pondría a su pregón?
R.- Fe y cultura.
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