Tocar la fibra para concienciar frente al volante
Discapacitados en silla de ruedas cuentan a conductores sus dramáticas experiencias para que sean responsables · La DGT inicia una campaña para controlar la velocidad hasta el día 26 de julio
Los participantes en la campaña, en el lugar del control. Foto: Álex Cámara
A sus 16 años cogió la moto y en lugar de iniciar su discurrir por una carretera de asfalto optó por hacerlo por un camino secundario, de tierra, sin saber que su vida iba a dar un vuelco inesperado que lo cambiaría todo.
Entonces tropezó con un bache y tuvo un accidente que lo dejó en silla de ruedas de por vida. "Me jodió la vida para siempre y lo estoy pagando así". Estas son las palabras de Francisco Vaquero, ahora integrante de la Asociación nacional de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym), que ha participado este martes en un control junto a agentes de la Guardia Civil de tráfico para concienciar de que las imprudencias al volante se pagan.
"Se pagan fuerte y es de lo que se intenta concienciar, poniendo un granito de arena", ha dicho Vaquero, que recuerda con la voz prácticamente resquebrajada cómo la vida de alguien cambia de repente por un mero descuido o cometer una imprudencia con un vehículo. Después del accidente, recuerda, "es duro" levantarse a diario, por lo que el mensaje que ha transmitido es que no se corra y no se beba al volante para "no cambiar de ruedas".
Junto a un dispositivo de la Guardia Civil de Tráfico, ubicado en la A395 en Cenes de la Vega, los agentes han ido parando a los conductores que previamente habían sobrepasado el límite de velocidad en uno de los radares móviles que durante estos días, hasta el próximo 26 de julio, se instalarán en las carreteras granadinas.
Enrique Sánchez, otro de los integrantes de Aspaym, en silla de ruedas desde hace 36 años, cometió la imprudencia de mezclar alcohol, juventud y valentía: "Compró un amigo una moto, salimos a probarla y nos liamos de tal manera que íbamos tres y tuvimos el accidente. El único perjudicado fui yo".
La vida cambia "totalmente" no solo al afectado sino a la propia familia, porque es algo que se lleva "toda la vida", motivo por el que conciencian a los conductores de la necesidad de ser prudentes en las carreteras para evitar cambiar las ruedas de un coche por otras que nadie desea.
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