Tras los pasos de Lucas Alcaraz 23 años después
Al igual que en la temporada 95/96, el Granada CF recurre al entrenador del segundo equipo para lograr un mismo objetivo, el ascenso
Pedro Morilla fue presentado como entrenador del Granada CF este miércoles. Foto: Álex Cámara
El debut de este domingo de Pedro Morilla en el primer equipo del Granada CF al ascender desde el filial tiene un precedente que para encontrarlo hay que buscarlo hace 23 años, cuando Lucas Alcaraz ya tomó las riendas para también debutar.
Entonces, Rafael Alcaide Crespín había comenzado la temporada con los rojiblancos en Segunda División B, en un año en el que el objetivo estaba claramente marcado: jugar la liguilla de ascenso a Segunda División A y, por tanto, lograr subir.
Sin embargo la temporada no comenzó todo lo bien que se deseaba, pues el equipo perdió los tres primeros partidos ante Yeclano, Mármol Macael y Córdoba. Tres encuentros en los que los granadinistas no marcaron un sólo gol.
Esto dejó muy en entredicho a la primera plantilla rojiblanca, que logró reaccionar en los tres siguientes partidos con dos victorias consecutivas ante Vélez y Utrera, pero un nuevo empate ante el Elche encendió las alarmas.
La pésima situación del equipo terminó por confirmarse ante Benidorm y Melilla, con dos derrotas más. El Granada CF había ocupado el puesto de colista dos jornadas en el arranca y volvió a filtrear con estos puestos en el momento en el que Crespí fue cesado por la directiva presidida por Francisco Jimena.
Entonces se adoptó una medida como la que ahora ha sucedido con José Luis Oltra, aunque con mucho más margen del que ahora tiene Pedro Morilla.
Primera victoria
Lucas Alcaraz, técnico del filial rojiblanco, tomó las riendas del primer equipo. A sus 29 años el granadino inició su relación de 'amor-odio' con la afición rojiblanca con una victoria en Chapín (0-2) y empezar a reconducir la situación.
Tal fue la buena trayectoria del equipo que el Granada CF perdió sólo en fase regular cuatro derrotas con Alcaraz en el banquillo, que además acumuló 14 partidos sin perder y 12 victorias.
Esto situó al equipo en los puestos de promoción de ascenso a Segunda División, aunque en estos todo se torció al quedar emparejados ante el Valencia B, Sporting B y Ourense.
El Granada CF no ganó ningún partido de aquella fase y no subió. Ahora es Morilla el que tiene un reto similar al que le marcaron entonces a Lucas Alcaraz, aunque en menos tiempo y con mayor cota de presión y responsabilidad.
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