Último intento por salvar el plan de ajuste de Granada capital
El Ayuntamiento alberga un pleno extraordinario y urgente para intentar resolver este escollo para la economía municipal, que además incluye las ordenanzas fiscales
El Ayuntamiento de Granada celebra este lunes por la tarde pleno extraordinario y urgente para someter a votación el plan de ajuste que el Gobierno local lleva intentando aprobar desde 2016 así como las ordenanzas fiscales que den oxígeno a las arcas municipales.
Después de que el PP se abstuviera el pasado viernes en la comisión de Economía municipal, el ejecutivo municipal inició la tramitación para la celebración de este pleno, en el que bastará de nuevo con que los 'populares' se abstengan para sacar adelante su proyecto, pese a que los votos en contra previstos -Cs, Vamos e IU- suman los mismos que los de a favor -PSOE-. En caso de empate, el voto de calidad del alcalde será esencial para una sesión que se prevé densa.
El plan de ajuste que se va a presentar al Gobierno central permitiría absorber los 90 millones de euros de remanente negativo de tesorería de las cuentas municipales en los próximos cinco años, con la reducción de gasto corriente y en el transporte público, y la renegociación de contratos públicos como el de limpieza.
Mantiene los tipos de gravamen de todos los impuestos y tasas en los mismos términos del año pasado, y en las mismas condiciones, si bien, con la actualización de los valores catastrales, está previsto que el impuesto de bienes inmuebles suba un cuatro por ciento, mientras que la bonificación del cinco por ciento a esta misma tasa será aplicada en función de una "tabla de progresividad".
Las ordenanzas fiscales de 2018 incluirían, en este sentido, las primeras medidas derivadas del plan de ajuste, ha explicado Oliver.
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