viernes 29 marzo
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Un brazalete para siempre

Las compañeras del equipo femenino de fútbol recuerdan a la teniente Carmen Ortega, club del que fue integrante desde su fundación

Carmina, la tercera de arriba empezando por la izquierda, con el equipo de fútbol 7 del Pinos Puente CF

Carmina, la tercera de arriba empezando por la izquierda, con el equipo de fútbol 7 del Pinos Puente CF

Entre finales del siglo XX y comienzos del XXI, el fútbol era cosa solo de chicos en Pinos Puente y en muchos otros municipios de la geografía española. Sin embargo, un grupo de chicas valientes fue capaz de dar salida a su afición y pasar a la historia como las primeras integradoras del equipo femenino de fútbol sala, en primer lugar, y de fútbol 7, después, en la localidad. Entre ellas estaba Carmina, quien es recordada como sus compañeras como la eterna capitana.

La teniente del SAR fallecida el pasado 19 de marzo en un accidente en Canarias 'disputó' su último partido este domingo, en el funeral que en su honor se ofició en la misma pista y sobre el mismo escenario en el que celebró goles, pasó noches de entrenamiento, lloró por derrotas y sobre todo fue feliz practicando una de sus pasiones.

Tanto fue así que incluso cuando Carmina decidió que quería ser piloto su equipo, en Pinos Puente CF, no prescindió de su ficha, por lejos que estuviera. "Cuando venía a Armilla a la Base Aérea se escapaba para jugar partidos con nosotros", recuerda apesadumbrado y con los ojos lagrimosos Rafael Fernández, presidente entonces del conjunto pinero futbolístico.

Su sonrisa "dominaba" al equipo, al tratarse de una "líder natural" que además conseguía integrar a las nuevas jugadoras "sin imposiciones y con cariño", recuerda Rafael, uno de los cuatro entrenadores que tuvo Carmina junto con Iván, Andrés o Manolo, todos "muy tocados" porque se les ha ido la que un día fue su mano derecha para encauzar los éxitos dentro y fuera del terreno de juego.

Hacía rendir "a tope" a sus compañeras desde el primer día que formó parte del equipo femenino de fútbol sala, como defensa, ya que su fuerte no era marcar goles porque "se tropezaba", recuerda con una leve sonrisa su compañera Raquel, quien no fue capaz de mirar el féretro que portaban los militares cuando la sacaban del Pabellón.

Las integrantes del equipo fememino, unidas por el funeral de Carmina. Foto: Luis F. Ruiz

Las integrantes del equipo fememino, unidas por el funeral de Carmina. Foto: Luis F. Ruiz

Mónica Ruiz tuvo la ocasión de compartir con ella no solo vestuario, sino también Facultad, motivo por el que la califica como "completa" en el apartado deportista, personal y del compañerismo, "con buen corazón, alegre, jugadora y madura".

"Tenía experiencia de saber estar en el campo, de saber animar a las demás, tenemos muy buenos recuerdos de ella", afirma Ruiz, que también rememora los comienzos del equipo de fútbol "como muy buenos" y aprendiendo de ella "todo lo que se podía".

El fútbol (sala o de campo) solo fue una de las aficiones de esta chica deportista, que además también integró otro equipo de voley o fue monitora de baloncesto.

Hizo sonreír a los aficionados del Pinos Puente CF en su andadura por las categorías provincial y regional, con un brazalete que siempre la acompañará, que será eterno allá donde quiera que esté.

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