Un 'estallido' de tradición y cultura
Este sábado comienza la jornada formativa para la conocida como 'Procesión de los Petardos' de Cúllar Vega que concederá el carné -previa prueba- a todos aquellos que quieran participar de ella el Domingo de Resurrección de 2015
De repente, una nube blanca se adueña del lugar y un particular sonido hace retumbar los oídos y hasta el alma. Es ese sobresalto que encoge el corazón, eriza el vello de todo el cuerpo y hace que los ojos se entornen varias veces cada milésima de segundo. Un estallido continuo contra el suelo. Una auténtica explosión de sensaciones que aúna tradición y cultura.
Desde hace décadas, la conocida como 'Procesión de los petardos' de Cúllar Vega, pone su toque más personal al Domingo de Resurrección. Una costumbre ancestral que une a jóvenes y mayores en torno a lo que se ha convertido en una de las fiestas más importantes de la localidad. Tras obtener -hace un año- la resolución de la Junta que acreditaba este evento de Interés Cultural, Tradicional y Religioso, el siguiente paso era intentar involucrar al mayor número de culleros y que los que decidieran participar activamente de esta fiesta hicieran un curso de consumidor de artificios pirotécnicos para poder manipular los petardos. Para ello, y un año más, en la tarde de este sábado tendrá lugar la jornada formativa en la Casa de la Cultura del municipio.
Así, los inscritos en esta sesión, más de un centenar, aprenderán cómo utilizar los 'Tró de Bac' o 'petardo trueno', un tipo de explosivo de origen valenciano y de pequeña escala que se lleva usando en Cúllar Vega desde los años 40 ó 50 durante el festejo del 'Niño Resucitado'.
Según el alcalde la localidad cullera, Jorge Sánchez, “a miércoles había ya inscritas 53 personas y diez asociaciones interesadas en adscribirlas. Es un curso teórico y práctico con el que podrán obtener el carné una vez pasen la prueba. Ese carné será permanente y lo utilizarán durante los años que quieran. La edad mínima para inscribirse en estas jornadas es de 16 años, previa autorización. Participando activamente puede haber entre 300 y 350 personas, aunque viendo la procesión la cifra asciende a unas 2.000”.
Tal es el éxito de esta festividad que el Ayuntamiento plantea realizar otro curso posterior al de este sábado.
Tras la procesión llega la 'calma'. Foto: aG
Sánchez recuerda cuándo surgió la problemática, ese momento en el que la normativa europea contemplaba que este tipo de petardo no estaba homologado por la Comunidad Económica Europea por su peligrosidad en el transporte, no en el uso. “Ante esto, y con el propósito de no acabar con nuestra tradición, nos informamos y contactamos con la Comunidad Valenciana y varios ayuntamientos que también habían utilizado estos petardos para sus fiestas. Ellos habían conseguido, mediante una ley del Ministerio de Industria, hacer una exención a la normativa declarando la fiesta de Interés Cultural, Tradicional y Religioso. Nos pusimos en marcha y, finalmente, conseguimos lo que queríamos”, explica el regidor municipal.
Un obstáculo que este pueblo consiguió salvar, poniendo la Semana Santa cullera entre una de las más atrayentes de la provincia.
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