Un Granada CF de nombres pero no de equipo
El equipo de Guillermo Abascal protagoniza un sonrojante partido sin hoja de ruta e incapaz de reaccionar cuando el Huesca puso al equipo en apuros
El Granada CF ha vuelto a sonrojar a su afición en el segundo partido de la temporada en el Nuevo Estadio de Los Cármenes, en el que ha sufrido la segunda derrota de la temporada, esta vez ante el Huesca por 1-3 en un partido sin guion establecido y en el que los de Guillermo Abascal no plantearon alternativas después de encajar el primer tanto.
El debutante entrenador sevillano apostó por un once en el que esta vez la novedad fue la introducción de Villar y Boyé, que compartió pareja junto a Myrto Uzuni, aunque apenas su conexión se pudo notar durante todo el partido.
Al Granada CF no se le puede reprochar lo ocurrido hasta el minuto 20 de partido. El equipo rojiblanco se mostró insistente y con iniciativa en el terreno de juego, con combinaciones interesantes y la primera ocasión a los seis minutos, con un disparo de Uzuni que detuvo el meta. Boyé estaba preparado para el rechace, pero solo observó el balón.
Los rojiblancos se fueron volcando y teniendo el balón, pero no tuvieron consigo la capacidad ofensiva suficiente para establecer el primer tanto en el marcador. Ricard Sánchez dispuso de otro disparo, pero el balón lo detuvo el meta Dani Jiménez.
Pero la película vista hasta entonces, más de entretenimiento que de diversión, cambió en el minuto 21. Una acción en la que Lucas Boyé inició una carrera acabó con el balón para el Huesca pese a que el argentino pidió falta con ahínco.
La pelota acabó en saque de esquina. El Huesca, que ya venía advirtiendo en las dos primeras jornadas de sus riesgos a balón parado lo aprovechó. Joaquín Muñoz envió el remate al fondo de la red y con ello el Granada CF mostró su mandíbula de cristal para irse completamente del partido. De ahí al final de la primera parte, el equipo de Abascal fue incapaz de conectarse.
Planteamiento pobre en el segundo tiempo
El segundo tiempo siguió en la misma sintonía que en la recta final del partido, el Granada CF se mostró precipitado, sin hoja de ruta e incapaz de de generar el juego que se le puede esperar para intentar al menos ir a por el empate.
Pero la precipitación fue la nota predominante de los jugadores rojiblancos, que se mostraron más partícipes de sus nombres pero no de un equipo que encontrara la capacidad en busca del gol.
De hecho, a los 12 minutos de la reanudación el Huesca, a balón parado de nuevo, recibió e el segundo gol. El golpeo del jugador oscense acabó en el larguero y su compañero Pulido, muy atento al rechace, envió el balón al fondo de la red.
Sin embargo, y para sorpresa de propios y extraños, Hongla, que durante todo el partido se mostró como un verso suelto, envió al fondo de la red el balón para acortar distancias.
La falta de gol de este Granada CF se corroboró en la recta final del partido, los últimos 20 minutos el equipo falto de construcción y de ideas, desorientado y sin alternativas para tratar de llevarse los puntos que necesita para su objetivo.
El tercero del Huesca fue la puntilla a una noche en la que se cierra el mercado de fichajes y que deja más dudas que respuestas a la espera de que sea la pelota la que dé o quite razones.
Jugadores que no dan la talla, un entrenador que no sabe hacer equipo, una dirección deportiva que no sabe de fútbol (pero sí de comisiones) y una directiva que solo entiende de dinero (del que se embolsan y del que tienen previsto embolsarse)...¿Qué podía salir mal?