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Un punto menos malo para un Granada CF sin cimientos
Los rojiblancos empatan sin goles ante el Cádiz tras jugar durante una hora con un hombre menos
Rascó un punto menos malo un Granada CF sin cimientos de ningún tipo. Los rojiblancos, antaño la más sólida de las edificaciones, se tambalearon nuevamente en un partido para olvidar de su base, los centrales, con errores garrafales de Duarte y Germán que pudieron decantar el encuentro.
También falló lo básico en la práctica puramente deportiva. Los locales erraron una y otra vez en pases, controles y posicionamiento, permitiendo al Cádiz monopolizar el balón y encerrarles en su campo por momentos.
Pese a la expulsión de Domingos Duarte, los de Robert Moreno rascaron un punto ante un rival directo, una recompensa insuficiente en otras condiciones, pero la menos mala de las posibles tras las circunstancias que se han dado en la primera mitad. Terminó el público pidiendo la dimisión del técnico, harto del bajo rendimiento de los suyos.
No terminó de desplegar un juego reconocible el Granada CF durante la primera mitad. Los rojiblancos se convirtieron en el perfecto ejemplo de la diferencia entre pelotazo y balón en largo, persiguiendo sombras de lado a lado y cediendo la posesión al Cádiz.
El conjunto amarillo estuvo a punto de dar la sorpresa a los cuatro minutos de partido, cuando un error de Domingos Duarte en una cesión sobre Maximiano obligó al meta a salir apresuradamente para evitar el primer tanto visitante. La acción pasó de área a área cuando, segundos después, Ledesma recortó a Uzuni dentro del área.
Buscaron los de Robert Moreno conseguir el esférico mediante presión alta y transiciones rápidas, pero no dio resultado la fórmula, dejando un partido tosco, de ida y vuelta pero sin ocasiones. Como resultado, los minutos se escaparon entre pérdidas y fallos de dos equipos que encarnaron el miedo a perder.
Todo cambió poco después de la media hora de partido. Cometió un error garrafal Germán, incapaz de conectar un pase con un Domingos Duarte que aguardaba el balón a escasos metros. Tuvo que medirse el luso en carrera con Negredo, pero terminó por tropezar y derribar al delantero cadista en una jugada que terminó por costarle la tarjeta roja.
No notó demasiado la expulsión el Granada CF, que pasó de una defensa de tres centrales a un sistema con cuatro zagueros. De hecho, los rojiblancos disfrutaron de la última oportunidad de la primera mitad con un disparo de Collado que paró bien abajo Ledesma.
El regreso de Machís
Volvió al equipo Darwin Machís en la segunda mitad tras tomar el lugar de Uzuni en el descanso. Poco cambió la imagen mostrada sobre el césped la entrada del venezolano, con los suyos condenados al despeje y carrera y el Cádiz dominando la posesión en los primeros compases.
Se fueron escapando los minutos sin ningún peligro creado por los locales y con los visitantes mandando firmemente, aunque inquietando tímidamente a Maximiano. Al menos así era hasta que Negredo obligó al guardameta a salvar a los suyos con una salida veloz. Segundos después rozó el poste un disparo de Iza.
La ocasión ayudó a despertar al Granada CF, que tuvo dos llegadas consecutivas de Collado. Dudó el extremo en la más clara de ellas y terminó por perder el ángulo de disparo cuando ya estaba dentro del área de los de Sergio González.
Pese a esa mejoría momentánea optó el técnico rojiblanco por dotar al equipo de músculo y asegurar el empate dando entrada a Petrovic por Isma Ruiz y Quini por Collado, permitiendo a Antonio Puertas abandonar la zona de lateral para sumarse al ataque como extremo.
Solo pudo soñar el conjunto local a menos de diez minutos del final, cuando Luis Suárez logró cazar un balón para correr al contragolpe. Se midió con Chust en un 'sprint' de quilates y metros, muchos metros. Cuerpeó el delantero hasta que no pudo más, pero terminó por ceder ante el central en la que fue su última acción antes de dejar su sitio a Jorge Molina.
Tuvo la última el Cádiz con un testarazo de Sobrino a centro de Alejo que se marchó finalmente por encima del travesaño. Finalizó así el encuentro sin goles, peligro rojiblanco ni rasgos positivos en un Granada CF cuya afición terminó pidiendo la dimisión del técnico, harta de ver a los suyos deambular por el campo.
Nuevamente los rojiblancos fueron incapaces de sumar tres puntos, esta vez ante un rival directo por la permanencia en un partido que tenía tintes de final. Pudo ser peor, pero el tiempo se agota y no espera a nadie. La grada, tras 90 minutos animando, volvió a sentenciar.
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