Un Viernes de Dolores inédito
Las hermandades viven una jornada atípica y mantienen sus súplicas y rezos en la distancia para pedir el final de la pandemia
El Viernes de Dolores de 2020 en Granada, al igual que todo lo que tiene que venir después, difícilmente será olvidado por los cofrades, que viven confinados los días en lo que todo debían ser nervios ante la espera para realizar sus estaciones de penitencia.
Pero si de algo están acostumbrados los cofrades es a sostener la calma cuando la situación viene mal dada o no todo lo esperado, como es el caso. La incertidumbre en días de lluvia o no saber cómo será el día en el que se iba a poner la hermandad en la calle es un escenario que en el mundo de las hermandades está más que superado.
Por ello este Viernes de Dolores llega en un estadio inédito para los cofrades granadinos, que han tenido tiempo para adaptarse y saber que esta jornada previa y clave a la pasión no es lo que debería ser.
Carreras de última hora, la flor, preparativos o retranqueos no estarán presentes en los distintos templos para que el domingo se pusieran las cinco primeras hermandades en la calle, lo que también invita a la reflexión por si cabe alguna duda: la pasión no es solo un día al año.
Será una jornada atípica que las cofradías además tratan de vivir o paliar en la distancia, como es el caso del Rescate, que ha puesto a disposición de sus hermanos y devotos unos formularios para que quienes deseen puedan escribir sus rogativas, peticiones o súplicas por la pandemia del coronavirus.
Todas estas oraciones serán incluidas en el forro de la nueva túnica bordada por el taller cordobés de Antonio Villar y cuyo estreno estaba previsto para el próximo Lunes Santo.
Así mismo, la Junta de Gobierno ha acordado que dicha túnica pase a ser denominada como la 'Túnica de las Rogativas' como símbolo y recuerdo de todas estas peticiones y súplicas realizadas por el pueblo de Granada para el fin de la pandemia.
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