jueves 28 marzo
SEMANA SANTA 2015 | LA CRÓNICA DEL VIERNES SANTO  |   |

Un Viernes Santo idílico

Pese a los retrasos que se produjeron en el discurrir de las hermandades, Granada vive una jornada radiante y espléndida con seis cofradías

Cuando solo quedan ya dos días para que todo termine, para un colofón final que puede ser único si el buen tiempo lo permite, la Semana Santa de Granada vivió un Viernes Santo idílico, de nuevo multitudinario en las salidas y regresos de las hermandades en las calles y con cortejos serios, aunque no muy numerosos.

Y todo pese a que haya errores que corregir, como el asunto de los horarios. Un problema de coordinación dejó a la cofradía de Los Escolapios durante 20 minutos en su templo, a lo que hay que añadir un discurrir no muy ágil por las calles para ir acumulando retrasos que en Tribuna, no obstante, no pasaron de los 10 minutos.

El Campo del Príncipe volvió a ser testigo de ese momento único de la Semana Santa granadina. Foto: Tricia González

El Campo del Príncipe volvió a ser testigo de ese momento único de la Semana Santa granadina. Foto: Tricia González

Anécdotas de Granada

El Campo del Príncipe volvió a ser testigo del rezo de las 14 estaciones y de las cinco llagas de Jesucristo a las 3 de la tarde, con la presencia de la Soledad de Nuestra Señora, de la Hermandad del Dulce Nombre 'La Cañilla'.

Precisamente, fue un hermano de esta cofradía y componente de la Agrupación Musical del Dulce Nombre de Jesús el encargado de hacer sonar el cornetín, no sin anécdota. El joven Nicolás Morales inició el sonido característico de cada Viernes Santo en Granada, pero cuando lo hizo un nazareno golpeó su corneta, interrumpiendo así el sonido que llevaba preparando semanas.

Estampas únicas en el inicio de la estación de penitencia de los Ferroviarios. Foto: Luis F. Ruiz

Estampas únicas en el inicio de la estación de penitencia de los Ferroviarios. Foto: Luis F. Ruiz

Un caoba para Cristo

Desde la avenida de Constitución partió a primera hora de la tarde la cofradía ferroviaria, la primera en hacer estación de penitencia y que puso en la calle un cortejo serio, aunque no numeroso en cuanto a hermanos de fila y sí en cuanto al número de de camareras que precedían al palio de Amor y Trabajo.

El paso de Cristo sigue reluciendo espléndido con la remodelación a la que ha sido sometido por Miguel Santana Morano y su taller en Sevilla, lo que deja uno de los pasos crucificados más imponentes de la Semana Santa granadina. Barnizado en color caoba, entremezclado con dorados y el toque plateado del llamador, dieron el toque especial para esta hermandad. El 'guiño' hacia Nuestra Señora de la Amargura, del Huerto, se produjo por parte de la titular mariana de los Ferroviarios, que lució la medalla de la coronación canónica de la titular realejeña.

El Puente Romano sobre el Genil se quedó pequeño para el paso de la Reina de Roma. Foto: Luis F. Ruiz

El Puente Romano sobre el Genil se quedó pequeño para el paso de la Reina de Roma. Foto: Luis F. Ruiz

Estampas de Viernes Santo

Hay situaciones que se pueden solventar, por fortuna, y como dice el refranero, "a excepción de la muerte...". La cofradía de los Escolapios se puso en la calle 20 minutos más tardes desde que debió hacerlo, y todo por un pequeño desajuste organizativo con su diputado mayor de gobierno y el resto de Junta de Gobierno.

Una vez empezó su estación de penitencia, la cofradía sacó 'pecho' con sus dos imponentes pasos en las calles, dejando pequeños los puentes por los que tanto Expiración como la Virgen del Mayor Dolor discurrieron buscando la carrera oficial granadina. El paso del Cristo completó el dorado de la canastilla del paso. Ya solo queda la pare de los respiraderos, por lo que el crucificado lucirá radiante en cuanto concluyan estos trabajos.

Los Favores protagonizó otro de esos momentos cúlmenes de la Semana Santa granadina. Foto: Tricia González

Los Favores protagonizó otro de esos momentos cúlmenes de la Semana Santa granadina. Foto: Tricia González

Favores con Favores

Con el buen hacer que siempre demuestra Alberto Ortega con sus hombres, la hermanda de Los Favores inició el recorrido en una multitudinaria salida desde San Cecilio, donde el Cristo de los Favores se reencontró con la imagen que lleva su mismo nombre en el Campo del Príncipe.

Mejorable la amplitud del cortejo de la hermandad, sin embargo, que vivió otra de esas noches mágicas en su regreso por la calle Molinos, su entrada en el Campo del Príncipe y posterior llegada a San Cecilio. Una petalá enorme 'bañó' literalmente el paso de la Misericordia Coronada, que volvió a tener a sus fieles más allegados junto a ella.

La salida del Sepulcro volvió a reunir a centenares de personas. Foto: Luis F. Ruiz

La salida del Sepulcro volvió a reunir a centenares de personas. Foto: Luis F. Ruiz

La oficial, multitudinaria

El recogimiento llegó desde Santa Ana con la presencia de la urna del Santo Entierro, en otra salida multitudinaria en ese punto que vigila para la eternidad la Torre de la Vela de la Alhambra. La cofradía estuvo acompañada de diversas corporaciones nazarenas granadinas, aunque una vez más las hubo que faltaron a su cita con la que se considera que es la procesión oficial de la Semana Santa granadina.

La Soledad que tallara José de Mora en el año 1671 lucía espectacular con el calvario de clavel rojo por completo, aunque menos presencia del verde para darle más potencia aún si cabe.

    Si el año pasado quedaba alguna duda, este se confirmó el acierto en el cambio del paso del Descendimiento del Señor. Foto: Tricia González

Si el año pasado quedaba alguna duda, este se confirmó el acierto en el cambio del paso del Descendimiento del Señor. Foto: Tricia González

Más realzado

La última hermandad en llegar a la carrera oficial fue la de las Chías, con el paso a hombros del Descendimiento del Señor así como de la Soledad de San Jerónimo, dos de las imágenes más significativas de la Semana Santa granadina.

Si quedaba alguna duda, el acierto en la disposición de la imagen del Señor quedó demostrada con la puesta en escena de esta hermandad, muy bien formada en las calles de Granada y que además tuvo que esperar al discurrir del Santo Entierro por Isabel La Católica, por lo que habrá que estudiar posibles cambios para mejorar en este sentido.

La Semana Santa no es una celebración fija en cuanto la forma en la que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y a buen seguro que las cofradías que protagonizaron un idílico pero desordenado día tomarán nota para 2016.

 

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