Una despedida 87 partidos y 16 goles después
Adrián Ramos se marcha del Granada CF en el mercado de invierno, el mismo que le trajo hace cuatro temporadas · Siempre en el centro del debate entre partidarios y detractores, el colombiano no deja indiferente a nadie
La situación de Adrián Ramos en el Granada CF es la crónica de un adiós anunciado, aunque aún no se haya hecho oficial. La marcha del colombiano casi real en el club granadinista, en tanto en cuanto los primeros que ya han comenzado a desearle lo mejor y a despedirse son sus propios compañeros.
El primero de ellos es alguien que compartió con Ramos el aterrizaje a Granada y que sin embargo tiene otro horizonte bien distinto con el rojiblanco horizontal: Rui Silva.
El guardameta titular del Granada CF le deseó lo mejor para él y su familia en "esta nueva etapa" y agradeció haber podido aprender de él y de su "experiencia cada día". "Tu humildad define la gran persona que eres", expone el guardameta portugués en sus redes sociales.
"Hoy me despido de un gran amigo que me dio el fútbol, llegamos juntos al Granada CF hace tres años, vivimos tiempos difíciles pero ante la adversidad volvemos más fuertes", añade Rui Silva. El propio Ramos le agradece el mensaje, le desea lo mejor y le reconoce los "frutos" que se ven de su trabajo.
Y es que aunque Ramos no haya aún desvelado cuál es su futuro inmediato ni que el Granada CF haya dicho que en solo una semana todo termina, el colombiano, salvo sorpresa mayúscula, no seguirá.
Sin dejar a nadie indiferente
Pero el inicio de la historia de Adrián Ramos vinculada al granadinismo hay que buscarla a finales de enero de 2017, cuando entonces el Granada CF agonizaba en Primera División a solo unos meses de caer a Segunda descendido.
El equipo trató de reforzarse con el fichaje del delantero colombiano, una incorporación que además llegó con una fórmula distinta a la habitual, pues Ramos pertenecía al Chongqing Lifan, equipo del máximo mandatario del club rojiblanco, y su contrato, al contrario que los del resto, expiraba en Navidad.
El primer año de Ramos en la máxima competición dejó cuatro goles después de jugarlo casi todo desde su llegada a la jornada 29 de aquel año y afrontar la recta final cuando ya el equipo había descendido en Anoeta después de superar una de las varias lesiones que ha sufrido en Granada.
Se "queda" tras un culebrón
Su segundo año en el Granada CF no fue mucho mejor. Ramos protagonizó un 'culebrón' propio de cualquier telenovela sudamericana y a la que el entonces entrenador, José Luis Oltra, le puso punto y final con un mensaje en redes sociales.
Pero ese año las lesiones tampoco acompañaron al colombiano, cuya campaña estuvo marcada por la cierta irregularidad en la primera fase del campeonato, desde que cayera lesionado en la jornada 6 no reapareció hasta once partidos después.
La segunda vuelta Adrián Ramos mostró una versión mejorada sobre sí mismo y volvió a anotar cuatro goles, aunque la marcha del equipo le hizo pasar desapercibido en esta faceta, fundamentalmente porque la afición le pedía más al principal delantero rojiblanco.
El año del ascenso
Si ha habido un entrenador que ha sabido manejar la cabeza y empatizar con Adrián Ramos ese ha sido Diego Martínez, quien era consciente en todo momento del diamante en bruto que aún estaba por explotar en Granada y al que ha defendido siempre que ha tenido un micrófono delante.
Con el gallego, Ramos llegó a jugar más minutos que nunca con el Granada CF, hasta 2.251 e hizo hasta seis goles, quizás el más importante el anotado a cuatro jornadas de final el 20 de mayo en Albacete, que posibilitó un triunfo clave en el Carlos Belmonte que dejaba el ascenso a solo un partido.
Ramos no solo cumplió como pudo y supo dentro del terreno de juego, sino también fuera, donde sus compañeros vieron en él una voz veterana a la que aferrarse en los momentos difíciles de la campaña, que los hubo.
Sin embargo, para no perder la costumbre, el delantero estuvo de nuevo en el ojo de las críticas de sus detractores ante la defensa de sus partidarios, los primeros, todo el vestuario rojiblanco.
El retorno a Primera
Adrián Ramos volvió a Primera División en agosto con el equipo rojiblanco, pero esta vez lo hace con un pobre bagaje en cuanto a minutos y goles, pues los dos únicos marcados han sido ante el Hospitalet en la Copa del Rey.
Las malditas lesiones, otra vez, han marcado esta primera fase del colombiano, que en verano fue protagonista después de anunciar que denunciaría al presidente del Granada CF y al entramado empresarial, además de al propio club, por impagos.
La formula elegida para abonarle la cantidad que debía percibir el futbolista acabó también en expediente sancionador por parte de la Liga de Fútbol Profesional, lo que redujo también el tope salarial del equipo en cuatro millones.
Esta circunstancia, vinculada a la relación profesional de Ramos con el Granada CF, como la de cualquier trabajador; puso al futbolista en el disparadero de las críticas, fundamentalmente porque siempre le han pedido más. El inconformismo con él siempre fue la línea a seguir desde su llegada. No fue el primero, ni será el último.
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