Una 'estrella' en el cielo de Morente
El homenaje al maestro granadino congrega a grandes figuras del flamenco de la capital sobre el escenario y a incondicionales del género en las butacas de un Generalife repleto
El espectáculo fue profundo y sentido. Foto: Luis F. Ruiz
La noche yacía apacible. Una brillante luna guiaba los pasos, todos al unísono, hacia el escenario tantas veces soñado. Con los primeros acordes, era la luz de esa estrella, no solo la que se veía en la lejanía, la que comenzaba a brillar. Lentamente sucedía. El universo se concentraba ante la mirada expectante de centenares de personas. Ese universo capaz de congregar en pocos metros cuadrados a lo más destacado del flamenco granadino. Ese universo del que emanaba -y todavía lo hace- el arte de las zambras, del Sacromonte y el Albaicín, de esa Granada siempre soñada. Todo él, el 'Universo Morente'. Porque "nadie puede abrir semillas en el corazón del sueño"...
Y con 'el corazón del sueño' y 'El aroma del tiempo' daba comienzo, hacia las 22.15 horas de este viernes, 'Graná canta, toca y baila a Enrique Morente', de la mano de la Zambra del Sacromonte y bajo la dirección artística de Juan Andrés Maya. El Teatro del Generalife fue testigo, durante tres horas, del sentido homenaje al artista granadino. "Pero tú no has muerto del todo. Eres en el arte, la columna del templo de Salomón", decía Curro Albaicín, jaleado por todos los presentes. Tras sus palabras, se arrancaba a bailar entre los 'olés' y las palmas que venían, tanto del escenario como desde los asientos. Raimundo Heredia, 'La Salvaora' y 'La Porrona', entre otros, hicieron lo propio mientras nadie perdía de vista ni uno solo de sus movimientos.
Después de volver a escuchar la voz de Morente, Mariquilla recitaba unos versos acompañada en el baile por su hija Tatiana Garrido. El espectáculo, no había hecho más que comenzar. Fuensanta 'La Moneta', Amparo Herida 'La Repompilla', la seguiriya bailada por Judea Maya e Iván Vargas, los tientos griegos de Joni Cortés y las alegrías de Alba Heredia e Iván Maya, ponían el punto y seguido al evento.
Las granaínas de Pedro 'El Granaíno' y la fuerza y la belleza de cada uno de los pasos de Juan Andrés Maya con 'Generalife' de fondo, levantaba irremediablemente al público de su butaca.
Jalal Chekara y su violín anunciaban la recta final. Estrella, Soleá y José Enrique, sobre el escenario, cantaban a su padre. La emoción era palpable en los protagonistas de la noche y en la mirada vidriosa de algún que otro espectador. Los tres hermanos, mirada y mano al cielo, transmitieron la mejor de las sensaciones.
Pero fue "el pulso ganado a la muerte es Enrique Morente", salido de la voz de Estrella, el que terminó por provocar ese estallido que artistas y público vivieron juntos a través de la mirada del que ya no está.
Popular ahora
