jueves 28 marzo
SEMANA SANTA 2014 - LA CRÓNICA DEL LUNES SANTO  |   |

Una jornada para reordenar

Tras el mal sabor de boca del año pasado, las cinco hermandades del Lunes Santo pusieron las cosas en su sitio para recuperar el control de otro día para enmarcar

El Trabajo llevó al Zaidín hasta el centro en estado puro. Foto: Alejandro Romero

El Trabajo llevó al Zaidín hasta el centro en estado puro. Foto: Alejandro Romero

Por más que se diga, la Semana Santa de Granada puede presumir que cada Lunes Santo tiene contrastes entre lo que sucede en hasta cinco puntos diferentes de la ciudad, principalmente en los regresos. Donde es posible comparar el 'jaleo' y la 'bulla' de barrio señeros como el Zaidín o el Realejo; el señorío en la Magdalena, la tradición y costumbre eterna en el Darro o el silencio sobrecogedor en la calle San Antón.

Es esto precisamente lo que convierte a la semana de pasión en única cada día, dejando en la jornada de este Lunes Santo un apoyo incondicional a las cinco hermandades que procesionan y, pese a ser día laborable, volver a tener los rincones cofrades muy repletos de amantes de la Semana Santa.

El detalle de la jornada
Por segundo día consecutivo, los regresos de las hermandades volvieron a producirse con retraso respecto al programa de horarios e itinerarios. Así, la mayoría de las hermandades acumularon entre 15 y 30 minutos de demora del tiempo previsto en alcanzar sus templos. Esto ya ocurrió también en algunas cofradías del Domingo de Ramos, lo que merecerá una reflexión posterior de si se ha podido hacer algo más por evitarlo o no.

Lágrimas en el Zaidín

El segundo día de la Pasión fue espléndido en las calles con cinco cofradías que vienen a reflejar, en parte, casi todo lo que se puede ofrecer en una misma jornada. Así, en el barrio del Zaidín pudo ofrecer lágrimas y llantos, aunque no fueron en absoluto los mismos que los de hace un año.

Con la salida del Cristo del Trabajo y María Santísima de la Luz, un barrio entregado a la causa se emocionó viendo como costaleras, con Él; y costaleros, con Ella, conducían dos imágenes tan veneradas como necesarias en una de las zonas más castigadas por el empleo y la complicada situación social.

Chicotás eternas hasta coger la avenida de Dílar condujeron el Zaidín de grana y verde hasta el centro de la ciudad, donde allí llevaron 'jaleo' de barrio con las imágenes de Eduardo Espinosa Alfambra. Designios del destino -y del cambio de recorrido- permitieron disfrutar mucho más del cortejo por la carrera de la Virgen tras transitar por San Matías. Ya metidos en la madrugada del Martes Santo, el Zaidín volvió a arropar a sus titulares del Corpus Christi como solo este barrio sabe hacerlo.

Multitudinario regreso de Jesús del Rescate en La Magdalena. Foto: Alejandro Romero

Multitudinario regreso de Jesús del Rescate en La Magdalena. Foto: Alejandro Romero

Al tercero, la vencida

Dos años consecutivos llevaba Nuestro Padre Jesús del Rescate sin poder asomarse a la plaza que lleva su nombre en el barrio de la Magdalena, pudiendo hacerlo por primera vez en esta ocasión en una zona tan señorial como clásica desde que comenzara su discurrir hace 89 años.

En su salida los presentes pudieron comprobar cómo la hermandad intentó sortear los andamios que había en la Parroquia de la Magdalena, con unos telones color burdeos, dando más calidad y protagonismo a la imagen del Señor.

José Luis Pérez Raya condujo a sus costaleros desde la dificultosa salida por el dintel de la Magdalena a los sones de la Estrella, con pasos de clase costalera y firmes hacia su destino, provocando, no obstante, algún pequeño retraso principalmente en su regreso.

Una de las imágenes emotivas de Los Dolores en la Catedral. Foto: Alejandro Romero

Una de las imágenes emotivas de Los Dolores en la Catedral. Foto: Alejandro Romero

Fidelidad de Darro

La carrera del Darro de Granada tiene durante estos días numerosas citas con las distintas hermandades y cofradías que, o bien transitan por este punto, o incluso salen desde el enclave en el que se unen historia y naturalidad.

Así las cosas, Los Dolores volvió a vivir otra jornada de Lunes Santo con su característica forma de procesionar por las calles de Granada portando la imagen de Aurelo López Azaustre y que posteriormente restaurase Francisco Martín hace ahora siete años.

Al ritmo de la banda que lleva el nombre de la titular, la hermandad impregnó de blanco y salmón todos los rincones por los que transitó, incluso viviendo momentos especiales como el encuentro en la Iglesia Imperial de San Matías o su acceso a la Santa Iglesia Catedral. La magia terminó por contagiar a toda la cofradía en el regreso, donde el paso fue el gran protagonista en otro enclave único en Granada.

Otra de las imágenes y estampas únicas de Amargura en el Realejo. Foto: Alejandro Romero

Otra de las imágenes y estampas únicas de Amargura en el Realejo. Foto: Alejandro Romero

Coronación en el horizonte

No menos bello es el que se produce en la calle Santiago de Granada, que se volvió a quedar pequeña para presenciar la salida de la Hermandad del Huerto después del mal trago del año pasado en el que la lluvia no permitió la lucidez en ninguno de los intentos por sacar los pasos a la calle.

Olvidado aquél mal trago, este Lunes Santo de 2014 era el día en que la hermandad comendadora puso las cosas en su sitio, demostrando a Granada tronío y arte en los pasos conducidos por Juan López y Francisco Lopera, especialmente este último, con una coronación en el horizonte difícil de desprender.

A la belleza natural ya de la Amargura hay que añadir la que más de uno y de dos se hizo en su mente cuando en mayo del próximo año sea coronada canónicamente en la Santa Iglesia Catedral. Garví la preparó correctamente para la ocasión, la de una Reina, del Realejo, a la que cualquier corona quedará pequeña en comparación con su grandeza.

El Cristo de San Agustín ofreció bellas estampas en su regreso. Foto: Álex Cámara

El Cristo de San Agustín ofreció bellas estampas en su regreso. Foto: Álex Cámara

Silencio en San Antón

Pero si hay una hermandad que deja muda la Semana Santa de Granada al segundo día esa es la del Sagrado Protector de Granada: el Cristo de San Agustín al que precede un amplio cortejo de nazarenos de negro, bien formados y con una capacidad 'milmétrica' de moverse al unísono, incluso cuando tienen que recoger el cirio en el suelo o volverlo a alzar.

La luna de la noche granadina fue la única luz que iluminó el regreso del paso de caoba y plata que tallara Jacobo Torní hace casi seis siglos. La capilla del Cristo de San Agustín o el muñidor fueron los únicos que rompieron el silencio en todo el discurrir de la cofradía, además de una saeta de El Compadre en la carrera oficial.

La Consolación, igual de silente que el Cristo que le antecede, aunque dando más luz al calvario con el que acompaña a su hijo crucificado en la Semana Santa de Granada. La imagen estrenó de forma espectacular una saya nueva bordada por Juan Spitzleu donada por un grupo de hermanos.

Solo dos días y la Semana Santa de Granada ya ha sido inmejorable en comparación con la de las dos primeras jornadas de los últimos años. Solo falta que dure, dure eternamente.

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