viernes 29 marzo
TENERIFE - GRANADA CF | LA CRÓNICA  |   |

Una pedrea insuficiente

El Granada CF suma un empate a un gol en su visita a Tenerife, donde se adelantó en el minuto nueve y encajó el 1-1 a falta de minuto y medio · El equipo se confió en la segunda parte después de dominar en el primer tiempo

Antonio Puertas anotó su séptimo gol de la temporada con el Granada CF. Foto: La Liga 1|2|3

Si la historia del partido del Granada CF en Tenerife se cuenta hasta el minuto 91 se podrá decir que los rojiblancos hicieron méritos para ganar el encuentro más en la primera parte que en la segunda, que se confiaron en exceso con que el tanto de Puertas iba a ser suficiente y que las llegadas del Tenerife no generarían la mordiente necesaria.

Pero el caso es que si la película se cuenta con el final del partido se puede añadir únicamente que un cúmulo de fallos defensivos derivaron en el tanto de Joao para anotar el empate a uno a falta de minuto y medio para el final del partido.

Aunque al comienzo del encuentro Fede Vico había recibido un golpe que le dejó tocado en los primeros compases, incluso sopesando la opción de cambio en los rojiblancos, aunque finalmente no fue necesario. Por fortuna ello sirvió para que se alineara con Antonio Puertas para trazar una buena combinación que terminó en las botas del de Benahadux, que adelantó a los rojiblancos.

En el minuto 33 fue Fede Vico de nuevo el que dejó un buen balón centrado raso que iba casi envenenado a portería, pero al que Adrián Ramos no pudo llegar para mterla dentro.

A los tres minutos de pasar por vestuarios la jugada que pudo marcar un antes y un después del partido fue otro cara a cara de Joao ante Rui Silva, que consiguió salvar por abajo el meta granadinista.

Estas tres acciones fueron las más destacadas de un partido cuya historia la pueden dejar varias ideas fundamentales. Por un lado el empate dejó helado al Granada CF porque iba ganando en el marcador durante 70 minutos y se le escapó.

Porque en la primera parte el Granada CF fue mucho más avispado y tuvo garra suficiente para jugar a su antojo, en la segunda el tirón de orejas hay que darle a cómo los rojiblancos creyeron siempre que la renta fue suficiente, aunque en la última acción del partido podía pasar lo que pasó.

Pozo tuvo varios contragolpes para tratar de matar el partido, pero en sus botas ni vio a Adrián Ramos que le acompañaba en alguna de ellas, ni tampoco la suerte cuando decidió resolver por sí mismo.

El caso es que la historia de este partido deja un sabor a pedrea cuando el premio gordo es estar donde está el equipo ahora, a doce puntos de los 50 marcados al inicio. A este Granada CF le tocará despejarse y por fortuna ahora llega la Navidad, que no serán todo lo blancas que le hubieran gustado a los componentes de la plantilla rojiblanca.

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