Una ruta para adentrarse en la historia del antiguo tranvía de Sierra Nevada en Güéjar Sierra
Esta vía verde, paralela al río Genil, se convierte en una opción para 'huir' del calor de Granada
La Vía Verde de Sierra Nevada es una ruta en Güéjar Sierra que discurre paralelo al río Genil, desde el pueblo y adentrándose al valle; que permite conocer la historia del antiguo tranvía que discurrió por este rincón y que se desmanteló en 1974.
La línea férrea, inaugurada en 1925, conectaba el Paseo del Salón de Granada con Sierra Nevada, pasando por las localidades metropolitanas de Cenes de la Vega, Pinos Genil o el pueblo desaparecido de Canales.
Pronto se convirtió en un medio de transporte usado por numerosos vecinos que 'huían' de la ciudad para adentrarse en parajes y lugares menos conocidos. El tranvía unía puntos estratégicos y fomentó el turismo de montaña en el macizo, hasta por aquel entonces poco explotado.
El trayecto sorteaba una orografía escarpada, por lo que se realizó una importante obra de ingeniería que incluía grandes movimientos de tierra, puentes y túneles para llegar al Barranco de San Juan, final del recorrido, tras 21 kilómetros.
La ruta propuesta se inicia en Güéjar Sierra, en la entrada de la localidad desde la GR3200. El camino de acceso, próximo al Pabellón Deportivo 'Vereda de la Estrella' y el aparcamiento público, baja hacia la cola del embalse de Canales para posteriormente comenzar un falso llano en paralelo al Genil.
Esta singular ubicación, junto a la vegetación de ribera que discurre paralelo al cauce, ayuda a sobrellevar los calores estivales. Además, la constante proximidad con el cauce invita al refrescamiento si las temperaturas son elevadas, con la existencia de algunas pozas.
El camino, de baja dificultad, llega hasta la estación de San Juan y contiene señalización para conocer más de esta vía verde y su pasado, con imágenes antiguas ilustrativas del extinto medio de transporte y mapas de situación.
Además, en el camino pueden encontrarse vestigios de las vías, como los raíles -que en algunos casos se han reutilizado como barandillas de los puentes- e incluso la catenaria; así como las antiguas estaciones, reconvertidas varias de ellas en restaurantes y área recreativas.
