viernes 29 marzo
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Una salida esperanzadora en Granada antes de optar por el suicidio

Desde el Teléfono de la Esperanza recalcan de la necesidad de pedir ayuda antes de tomar una decisión irreversible

Pedir ayuda a profesionales es vital para la prevención del suicidio. Foto: lalesh aldarwish (Pixels)

Con la llegada de la pandemia a nuestro día a día, la salud mental poco a poco va dejando de ser un tema tabú entre la sociedad y con ello se normaliza hablar del suicidio, una palabra tan dura como lo que genera cada vez que se produce uno y para cuya decisión irreversible hay esperanza en Granada.

El Teléfono de la Esperanza ofrece un servicio de atención a las personas que tienen estos pensamientos y también a sus familiares, a los que intentan ayudar gracias a su experiencia para evitar el camino hacia el dolor que generan los suicidios, que solo el año pasado en Granada registraron 97 casos en toda la provincia.

"Nos interesan las cifras, pero para llegar a la gente", expone a ahoraGranada la presidenta del Teléfono de la Esperanza en Granada, Mónica Amaya, quien relata que detrás de cada uno de esos suicidios hay una historia y un relato y, sobre todo, una familia, amigos y allegados rotos con numerosas preguntas que muy probablemente no encuentren respuesta jamás.

Que la sociedad sea más consciente del problema "no es suficiente", explica Amaya, pues considera necesario que se adopten medidas con todos los sectores implicados, desde las administraciones públicas y su implicación dotando de medios suficientes en la atención primaria hasta el tratamiento que sobre este asunto se hace en los medios de comunicación, pasando por las redes sociales, a veces muy perjudiciales en este tipo de situaciones.

Desde el Teléfono de la Esperanza también piden colaboración del Instituto de Medicina Legal y Ciencia Forense para poder obtener datos más fiables y más actualizados, porque con ello posibilitaría palpar la realidad más de cerca y no esperar, como suele ocurrir, entre ocho y nueve meses para conocer los datos de una situación tan real como dolorosa.

Cómo tratar las ideas suicidas

Amaya asegura que abordar las ideas suicidas con un ser querido no es tarea fácil y por ello siempre aboga dejarse asesorar por profesionales como los que atienden 24 horas al día en el Teléfono de la Esperanza: "No hay que decirle cosas que no sabemos", expone.

En esos momentos, la persona que quiere tomar esa decisión pasa por "una crisis de sentimiento" y lo que "menos necesita es cargarle con culpas, hay que escucharla no espantarla para que tenga confianza, se pueda abrir y contar su relato".

"En esos casos hay que preguntar sin miedo hasta dónde ha llegado con sus ideas, pero con naturalidad y normalizándolo, no es fácil y por ello la gente que no está preparada debe pedir ayuda donde hay que pedirla", señala la presidenta del Teléfono de la Esperanza.

En el servicio que ofrecen han percibido un incremento de los casos de suicidio sobre todo entre jóvenes menores de 25 años y a raíz de la pandemia, una situación que una vez que se produce genera también un dolor irreversible a los familiares y amigos allegados: "Hay un entorno que pasa una crisis que les toca vivir con ella toda la vida, pues jamás van a obtener la respuesta que desean y es algo que también hay que trabajar, pues el sentimiento de culpa trata de apoderarse de ellos".

Los orientadores del Teléfono de la Esperanza no solo están focalizados en los suicidios, sino en otro tipo de alteraciones. Si la decisión que se toma es esa, es porque "no se ha tratado un problema, una crisis de una persona a la que la situación se le hace insalvable".

Un Plan Nacional

Cree que es esencial por tanto "atajar" la situación antes de que vaya a más y por ello han reivindicado, con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se celebra este sábado; un Plan Nacional de prevención, algo que harán de nuevo en el Congreso e los Diputados.

"Las cosas que proponemos y pedimos son una mejora real de la atención primaria en salud, hay personas que van al médico, tienen muchos problemas que no son solo físicos, con ideas de no saber qué hacer, si tuviéramos personal formado en atención primaria y detención precoz de idea suicida podríamos evitar muchos casos", relata Amaya.

Consideran desde su experiencia que se debe hacer un "abordaje integrado" en el ámbito social, lo que implicaría planes de formación para profesionales de todos los ámbitos.

Mientras llega ese plan deseado, hay varias líneas en las que orientadores profesionales pueden ayudar en caso de tener ideas suicidas o conocer a alguien que las posee.

Por un lado está el Teléfono de la Esperanza, el 958261516; además se suman el 024, el Teléfono de Atención al Suicidio; y el 717003717, también de ámbito estatal.

"Hay otra salida que no sea esa, la persona que está sufriendo y que no puede salir, que pida ayuda", concluye Amaya.

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