Y Sus Majestades bajaron en esquís
Melchor, Gaspar y Baltasar demuestran su capacidad para llegar de cualquier manera a los niños con su aparición en la estación de Sierra Nevada
Varios centenares de personas, en su mayoría padres y niños, recibieron en Sierra Nevada a sus majestades los Reyes Magos de Oriente que llegaron a la estación invernal granadina por la pista iluminada de El Río.
Sus majestades aparecieron en solitario por las pistas de principiantes de Borreguiles acompañados por las máquinas pisapistas que en ese momento preparaban la zona para la jornada del día siguiente.
Allí, en Borreguiles (2.700 metros), Melchor, Gaspar y Baltasar se unieron a los clubes de esquí de la Federación Andaluza de Deportes de Invierno (FADI), que abrieron el cortejo real con la Estrella de la Ilusión, representada por la prometedora esquiadora local Luna Espín, y la mascota de la estación, Suly.
Las escuelas de esquí de Sierra Nevada, dibujando coreografías en la pista de El Río, prolongaron el espectáculo en la nieve, que subió un escalón más con la aparición de la pequeña telemarkera Rikitaum, vestidos de época.
El momento álgido de la noche llegó cuando los Reyes Magos asomaron por el tramo final de la pista de El Río, y decenas de niños de abalanzaron sobre ellos, al tiempo que un castillo de fuegos artificiales anunciaba a Sierra Nevada que los magos de Oriente ya habían llegado a la estación.
Posteriormente, Melchor, Gaspar y Baltasar se trasladaron al trono real instalado en la plaza de Andalucía de Pradollano, donde entregaron los regalos a los niños de Sierra Nevada.
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