Amanece, que no es poco
“¡Yo no aguanto este sindiós!”, gritaba el Cabo Gutiérrez, personaje interpretado por el mítico José Sazatornil en la película de José Luis Cuerda de 1989. Lo decía al comprobar que, aparte de amanecer a destiempo, el sol aparecía por el lado contrario al habitual. Seguro que más de uno hemos pensado algo similar al ver algunas decisiones recientes en el Granada CF, como tras el mercado de fichajes de invierno de la temporada pasada en Primera División o la desastrosa planificación de aquel verano.
Un buen ejemplo de ello es que ayer nos enteramos de que el Granada CF tendrá que abonar una penalización de 37.500 € al Alanyaspor por el retraso en uno de los pagos —el primero, para ser exactos— del acuerdo derivado del fichaje de Famara Diédhiou. Más allá del rendimiento deportivo del jugador, que fue escaso, ahora nos encontramos con este "regalo" en forma de multa. En el mundo del fútbol, donde hablar de millones de euros es algo cotidiano, una penalización de este importe quizás no sea un gran problema, pero sí resulta muy sintomática de cómo suelen funcionar las cosas en la institución. Lo dicho: un auténtico sindiós.
Todo lo contrario ha sido este mercado de invierno para el primer equipo. Un cambio de cromos obligado por la salida de Uzuni, que terminó con la incorporación de Stoichkov; y la llegada de Rebbach, quien viene a reforzar uno de los puntos débiles más evidentes del equipo durante la primera vuelta: los extremos. En esa misma posición se produjo la salida de Pablo Sáenz, además de la rescisión del contrato de Ignasi, que acabó fichando por un rival directo como el Levante. Ha sido un mercado muy contenido en cuanto al gasto, tanto para el Granada CF como para la mayoría de equipos de Primera y Segunda División, que, salvo contadas excepciones marcadas por la necesidad, no han hecho revoluciones en sus plantillas. Revoluciones que, por otra parte, rara vez funcionan en el mercado invernal, algo que conocemos bien por aquí.
Ciertas decisiones pueden parecer chocantes, como dejar a Tsitaishvili como único extremo habitual en su costado, sobre todo considerando que es un jugador que suele ser convocado con su selección y que podría perderse unos hipotéticos playoffs. Cabe pensar que, en caso necesario, Ricard o el propio Abde Rebbach ocuparían esa posición, especialmente ahora que Rodelas vuelve a estar disponible, al menos en principio, para el partido contra el Mirandés. El Granada CF ha optado por no hipotecarse en exceso de cara al futuro, sabiendo que un posible no ascenso complicaría mucho las cosas en términos económicos para la próxima temporada.
Veinticinco jugadores, incluidos tres porteros y varios futbolistas con ficha del Recreativo, forman la plantilla definitiva que buscará el ascenso. En sus manos está firmar una segunda vuelta sobresaliente para acortar la distancia que todavía los separa de los equipos de arriba. Ojalá no tengamos que lamentar la falta de un esfuerzo adicional en este mercado. Mención aparte merece el mercado del filial, que ha vuelto a vivir una revolución en la plantilla, similar a la del año pasado. Mientras tanto, la salvación del Recreativo se ve cada vez más lejana, y el equipo parece encaminarse hacia su segundo descenso consecutivo. Eso sí que es un verdadero sindiós.