Aviso a navegantes
Quizás el desayuno informativo que mantuvieron algunos de los máximos dirigentes del Granada CF no sirviera para despejar dudas sobre por qué las obras de la segunda fase de la Ciudad Deportiva acumulan ya el doble del tiempo inicialmente previsto, o qué ha provocado la caída del Recreativo Granada de Primera a Tercera Federación en apenas dos temporadas consecutivas —justo este miércoles se cumplían dos años de aquel ascenso, puestos a rememorar efemérides—, pero sí permitió lanzar varios mensajes en clave económica que se resumen en una idea clara: este año toca apretarse el cinturón.
En primer lugar, y para sorpresa de nadie, les tocará ajustárselo a los aficionados. Uno de los anuncios que más repercusión ha tenido a nivel popular es que los abonos experimentarán una subida de precio tras tres temporadas ‘congelados’. Aunque, siendo sinceros, congelados se quedaron los seguidores cuando hace dos años se recurrió a la argucia de los suplementos contra Real Madrid y FC Barcelona para encarecerlos de forma encubierta. Sinceramente, creo que en aquel momento se pecó de soberbia al no reconocer dicha subida y las maniobras semánticas empleadas para disimularla no ayudaron precisamente a reforzar el vínculo con la afición granadinista.
Por supuesto, el aviso sobre el incremento en el precio de los carnés no fue el único apunte económico que se dejó caer en el desayuno. También se comunicó —como ya había anticipado Pacheta días antes— que no se buscarán fichajes mediáticos ni perfiles ostentosos, sino que se priorizarán las necesidades específicas del equipo, sin importar la categoría de origen de los refuerzos. “Gente con hambre”, como dijo el míster. Un eufemismo ya clásico en el mundo del fútbol para referirse a jugadores con un perfil modesto. Y eso no tiene por qué ser negativo, siempre que se trabaje bien en la planificación y se acierte con los perfiles, tanto en lo deportivo como en lo humano. Algo que solo el tiempo dirá si se logra.
El encuentro informativo también sirvió para confirmar que las obras necesarias para ampliar el aforo del estadio no se llevarán a cabo hasta el próximo verano, previo al inicio de la temporada 2026/27. No puedo evitar pensar que esta decisión está relacionada con el hecho de no haber conseguido el ascenso y con la necesidad de no comprometer aún más las finanzas del club en estos momentos. Hasta hace pocas semanas, el discurso oficial apuntaba a que se solicitaría a LaLiga comenzar la próxima campaña jugando fuera de casa.
Además, se dio a conocer que el Granada CF finalizó la temporada con el límite salarial excedido, a pesar de la venta de Uzuni en el mercado invernal por una suma considerable. Este hecho deja claro cuán sobrepasado estaba el techo salarial antes de esa operación. Aun así, se intentó transmitir que el club goza de buena salud financiera, si bien también se admitió que se cerrará el curso con pérdidas. La temporada pasada sí se registraron beneficios, pero no ocurrió lo mismo en los ejercicios 2021/22 y 2022/23. Así que ya son tres de las últimas cuatro temporadas terminadas con números rojos en el balance.
El perfil de la plantilla del Granada CF será, por tanto, muy similar al de la temporada 2018/19, cuando Diego Martínez obró un auténtico milagro con recursos limitadísimos. Aquel equipo se completó con varios jugadores del filial y sin ocupar todas las fichas disponibles. Una plantilla que tuvo que apretar los dientes y confiar en que las lesiones respetaran a sus futbolistas. Para repetir algo similar, hará falta un grupo comprometido al máximo, que muestre sacrificio y trabajo desde el primer día. El objetivo, cómo no, vuelve a ser el ascenso.