Comedores escolares, garantía de una buena alimentación
En estas últimas semanas hemos visto cómo los políticos de la izquierda han vuelto a intentar desprestigiar el sistema educativo público de Andalucía. En este caso les hemos escuchado echar por tierra el trabajo y el servicio que se presta en los comedores escolares de nuestros centros educativos. A estos señores no les duelen prendas en realizar afirmaciones tan burdas y poco rigurosas como que los niños comen piedras o gusanos en los comedores, que el 83% de ellos pasan hambre o que no se atienden las necesidades alimenticias de aquellos niños que padecen alguna alergia alimentaria.
Estas afirmaciones para nada representan la realidad de un servicio público que todos los días da de comer a 211.000 niños en toda Andalucía. Una vez más, la izquierda demoniza aquellas empresas de catering que realizan un trabajo muy digno, ajustándose a la extensa normativa de control alimentario que existe en España y que dan trabajo a 12.800 personas. Una vez más los señores de la izquierda hacen demagogia con un tema tan serio y proponen que todos los centros escolares tengan cocina propia con plantillas de funcionarios, lo que supondría un cambio estructural del sistema que conllevaría un gasto adicional de 1.300 millones de euros, todo esto aliñado con la correspondiente mentira a los trabajadores del sector de hacerlos funcionarios por la puerta de atrás.
Pero como siempre dice el presidente Juanma Moreno, la realidad y la verdad se imponen a la demagogia y la mentira, y es que no se puede ocultar que el 70% de las familias que llevan a sus hijos a los comedores escolares reciben alguna bonificación en el precio e incluso para el 45% de ellas el servicio de comedor es totalmente gratuito. Haciendo un alarde de esta ilusión, algunos de nuestros políticos comunistas han llegado a afirmar que con 22.000 euros se monta una cocina industrial para darle de comer a 300 niños, una muestra más de que estos señores no han gestionado nunca nada e incluso son incapaces de gestionar ni una comunidad de vecinos.
Por otro lado, sus señorías socialistas critican el sistema de cocinas externas de línea fría, cuando fueron ellos mismos los que lo inventaron cuando gobernaron la Junta de Andalucía de los ERES y las FAFFES. Es cierto que en un sistema que cocina 20 millones de menús todos los años en una red de 1.760 comedores se puedan producir algunas incidencias, pero no es menos cierto que la Consejería de Educación ha destinado para este curso escolar más de 87 millones de euros, por cierto, un 27% más de lo que destinó la última administración socialista en Andalucía.
Los menús que se sirven en nuestros colegios responden a dietas ricas y saludables, donde se prima más el pescado que la carne, donde se utilizan frutas y verduras frescas, ecológicas y de proximidad, y donde el aceite de oliva virgen extra es un elemento de consumo diario. El caso es que nuestros políticos del PSOE siguen arrastrando los servicios públicos por los suelos y están más perdidos que una cabra en un garaje. Todo esto ahora lo aliñan con los modales y la “bajunería” de su nueva lideresa, perdiendo votos día sí y día también, y es que al final solo les quedará aquello que decía “estábamos mejor cuando estábamos peor”.
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