jueves 28 marzo
Opinión  |   |

El avance de la extrema derecha

La crisis económica que estalló en torno a 2008, como muchos de ustedes saben, no significó una mera desaceleración de la economía sino que se trataba de una crisis del sistema capitalista principalmente en occidente. Una crisis de esa envergadura provoca disfunciones en todas las esferas que trasciende lo puramente económico. Estaríamos en el escenario que Gramsci denomina como “crisis orgánica”.

A raíz del estallido de la crisis-estafa, se empiezan a convulsionar muchos elementos en el mundo occidental incluyendo por supuesto al Estado español, con la irrupción de movimientos como el 15M, la PAH, las mareas, cambios en los sistemas de partidos, aparición de nuevos partidos, mayor fragmentación, marginalidad de partidos tradicionales en determinadas zonas, relevo de liderazgos en partidos tradicionales, abdicación de Juan Carlos I, etc.

Sin embargo, el avance de la extrema derecha, en algunos casos, populista y en otros, directamente fascista, no se estaba dando de la misma forma en nuestro país que en otros del mundo occidental como Francia, Estados Unidos, Austria, Ucrania, etc. Incluso esta ola llega ahora al país que nadie podía imaginar, Alemania.

En uno de mis artículos titulado “El alimento de los monstruos políticos” intenté arrojar luz sobre un fenómeno complejo, por lo tanto no voy a persistir en las posibles causas que han posibilitado el avance de los planteamientos populistas de derecha o en algunos casos directamente el auge de la extrema derecha fascista y neonazi en el mundo occidental. También en mi último artículo “Hablemos de multiculturalidad”, intenté abordar el conflicto catalán desde un punto de vista distinto del que se estaba tratando, sin ahondar en una cuestión que me parece central como es el auspicio y la inoculación de los planteamientos ultraderechistas en la sociedad.

El presente artículo tiene como intención buscar nexos de unión entre ambos fenómenos, el avance de la extrema derecha y su relación con el conflicto catalán. En primer lugar decir que esta ola tenía su expresión en nuestro Estado desde hacía tiempo. Por ejemplo y donde se veía con más claridad era en Catalunya donde la derecha del Partido Popular pugnaba con partidos de derecha catalana (principalmente CiU) que le habían arrebatado la gran parte de su posible nicho de votos y veíamos como Alicia Sánchez Camacho o Xavi Abiol, representaban el ala “más dura” dentro del partido.  Esta situación se acentúa con la “explosión” de Ciutadans, donde el PP debe virar aún más a la derecha en Catalunya.

Fenómenos ultraderechistas como Anglada también surgen en Catalunya.  Ciudadanos también fue una apuesta de corte estatal con comportamientos en algunos casos populistas de derecha y muy cercanos a la extrema derecha en otros. Un partido interesante que mezcla también elementos liberales y principalmente de defensa de las élites con la constante utilización de common places, pero eso podría dar para otro artículo. Tampoco es ninguna barbaridad decir que dentro del PP existe una corriente neofascista importante y que canaliza en gran parte el voto sociológico de extrema derecha. Y a nivel de sociedad y en la cultura popular sin lugar a dudas uno de los puntos de reclusión del fascismo en España, es el fútbol, aspecto que también daría para otro artículo.

La segunda idea y expresión de la primera, es que el ominoso avance de la extrema derecha también tenía su expresión en nuestro país, quizá de una forma más solapada que con otros países pero al amparo del conflicto catalán han salido a relucir colocando planteamientos reaccionarios como aceptados por gran parte de la población, así como se está dando cabida a grupos y comportamientos de extrema derecha.

Llegados a este punto debo advertir que no significa que toda persona contraria o crítica con el proceso catalán esté teniendo un comportamiento propio de la extrema derecha, nada más alejado de la realidad.  Lo que quiero señalar es que estos individuos y sobre todo estos planteamientos y comportamientos están teniendo cabida como contraposición al proceso catalán, de hecho cada vez tienen más fuerza y cada vez se asimilan con más naturalidad. Se está alimentando un monstruo y este monstruo pronto va a ser muy difícil de controlar.

Por lo tanto el gran problema que debemos denunciar y la gran preocupación de las fuerzas democráticas y de izquierda debe ser el avance de la extrema derecha. La aplicación del artículo 155 podrá ser una medida legal, pero es profundamente reaccionaria, excepcional e incluso ilegítima, la puesta en prisión de los Jordis, la persecución a los exconseller, etc. Se está dando cabida y se está alimentando a la extrema derecha, esto no va a solucionar el conflicto, de hecho se está sembrando otro venidero aún más grave.  Todas estas medidas profundamente reaccionarias son tratadas con “normalidad” en los grandes medios de comunicación, nos han ido inoculando un mensaje de forma muy paulatina.

Hasta aquí ejemplos de inoculación y aceptación por gran parte de la población de planteamientos de derecha, ahora vamos a exponer acciones donde la ultraderecha ha utilizado el proceso catalán como paraguas y donde se le ha permitido que tuvieran esa presencia. Una de las consecuencias más graves fue la agresión que sufrieron manifestantes en Valencia a manos de ultraderechistas. No sólo fue una agresión sino el intento de boicot de una manifestación pacífica y legal. El asedio a la casa de Mónica Oltra es otra de las acciones más repugnantes llevadas a cabo por la extrema derecha, pero sobre todo lo más grave es el amparo que están encontrado en manifestaciones contra el proceso catalán donde incluso están participando supuestos líderes de “izquierda”.

Y en Granada no podemos olvidar que el 2 de enero inaugura el calendario del fascismo de todo el Estado, si alguien ha querido dar cabida y cobertura a la ideología de extrema derecha han sido los gobernantes de esta ciudad.

Como tercera idea señalar la “derechización” y “la espiral del silencio”. Estoy de acuerdo con Alberto Arregui cuando señala que los partidos de izquierda se han movido una casilla a la derecha a raíz de este proceso. Me recuerda a lo que Noelle-Neumann llama “la espiral del silencio”, los argumentos reaccionarios han ganado cada vez más fuerza en los medios de comunicación de masas, el miedo al aislamiento de otros planteamientos sobre el proceso catalán, han hecho que los que teníamos otro punto de vista distinto opten por el silencio instalándose un discurso predominante y básicamente homogéneo. La izquierda se ha dejado llevar y nos hemos visto arrastrados por el proceso de “derechización” que está sufriendo la sociedad.

Como punto y final decir que se ha estado alimentando y utilizando a la extrema derecha, incluso en algunas ocasiones con el beneplácito de un tipo de falsa “izquierda”, pero el monstruo va a seguir creciendo si se sigue alimentando. Metieron en la cárcel a jornaleros, a sindicalistas, persiguieron a personas que hacían humor, ahora a dirigentes sociales y políticos que defienden el derecho a decidir, no seas estúpido mañana puedes ser tú.

Toni Álvarez
Politólogo y coordinador de IU Láchar-Peñuelas

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