El avispero socialista
Desde hace unos meses los “amigos” del Secretario General de los socialistas andaluces, Don Juan Espadas, vienen preparando una receta que se servirá fría cuando esté terminada. A dicho banquete están invitados Don Juan y sus más afines, pero recientemente algunos de estos se están desmarcando diciendo que ellos no tienen el estómago para tales delicias, es el caso de algunos históricos como el amigo Mario Jiménez, que hace unas semanas daba el estoque a su jefe de filas, igual que se lo dio a su predecesora Doña Susana Díaz.
La lealtad no es el plato fuerte del socialista onubense, que cuando ve que el barco se hunde lo abandona el primero. Antes de Mario Jiménez ya se han pronunciado unos cuantos gerifaltes del partido de la rosa, quienes de una forma u otra han pedido la cabeza de Don Juan aludiendo varias razones, que si lleva cuatro elecciones sin tocar bola, que si las encuestas le dan un pronóstico aún más desastroso del que cosechó en las elecciones autonómicas, que si no conecta con el electorado, etc.
En mi humilde opinión, creo que todas estas alusiones son la consecuencia de un líder que no se debe a su pueblo, al Pueblo Andaluz, sino a su jefe de filas que no es otro que Don Pedro, y es que de sus intervenciones en el Parlamento de Andalucía podemos deducir que Don Pedro apunta y Don Juan dispara y rara vez dan en el blanco. A Don Pedro no le importa, lo único que persigue es tener un “vocero” en Andalucía que defienda sus atropellos, los cuales tienen nombres y apellidos: Ábalos y su amiga Jessica, Koldo, Armengol, Marlaska, Aldama, Delcy Rodríguez, Barrabés, Víctor Torres, el Tito Berni, el imputado Fiscal General del Estado, su hermano de sangre o su esposa Begoña.
Lo de reclamar a su jefe la infrafinanciación de 1.522 millones de euros para Andalucía, eso para otro día, no vaya a ser que Don Pedro se moleste y ya solo le faltaba eso, que lo quitase de portavoz del PSOE en el Senado y le diese la estocada final. Qué fue de aquella defensa acérrima de los condenados por los EREs, tal fue así que saco a pasear a Don Manuel Chaves para después darle un abrácele.
Esto es lo que pasa por ponerte al lado de una persona como Don Pedro que castiga sistemáticamente el desarrollo de Andalucía, lastrando sus inversiones y limitando su sanidad, su educación y sus servicios sociales, los cuales financia a un 30% del coste a diferencia de lo que hace en Cataluña o el País Vasco donde el Estado aporta el 50% de los mismos. Juan pelea por los intereses de tus vecinos, que distan mucho de los de tu jefe, pide perdón por los 680 millones de euros de los EREs y da explicaciones de por qué tu mujer fue contratada en la Faffe con el único mérito de dominar el wordperfect. Si comienzas a hacer estas tres cosas a lo mejor te va mejor y evitas más deserciones de tus compañeros de filas. Es la única forma de salvar al soldado Don Juan.