jueves 28 marzo
Opinión  |   |

El 'no presupuesto' electoral

Se suele denominar “presupuesto electoral” al que se elabora en las fechas previas a un proceso electoral y cuyas cuentas vienen marcadas por el objetivo de obtener buenos resultados electorales. Suelen ser muy expansivos, con mucho gasto y poca o nula subida tributaria.

Granada lleva casi cuatro años sin aprobar presupuestos. Un ayuntamiento en la ruina languideciendo mes a mes mientras sus próceres hablaban de casi todo menos de lo importante, las cuentas municipales. Se acercan las elecciones y en los últimos cuatro meses prácticamente no se habla de otra cosa. Pleno a pleno se han debatido propuestas de modificación de ordenanzas fiscales, con el complejo proceso de su aprobación inicial, información pública y aprobación ¿definitiva?. Ni hablar. Se pincha en hueso. ¿Quién a cinco meses de las elecciones va a aprobar subidas tributarias?.

Un debate trufado de medias verdades, algunas mentiras y mucha demagogia. El PSOE en el gobierno no propone subidas directas, se limita a mantener las que provienen de la revalorización catastral aprobada por el gobierno del PP, escudándose en que fue pedida por el propio PP local cuando gobernaba, y la eliminación de algunas bonificaciones existentes. El PP arremete contra el PSOE por subir el IBI, a pesar de que lo subió el gobierno de Rajoy y a petición propia. En aquel momento fue el PSOE el que se oponía a la subida del IBI.

Los Valores Catastrales (VC) suben un 4% en 2017, otro 4% más en 2018 y un 3% más para 2019, acumulando en recibo una subida total del 11,40%. No está mal para los tiempos que corren y la situación de las economías familiares.

La oposición pide que se rebaje el tipo impositivo para compensar la subida del VC. El PSOE niega esa posibilidad y además propone una subida indirecta del IBI, eliminando la bonificación del 5% para los recibos domiciliados. Pero incluye una serie de medidas para que la subida sea en parte progresiva, escalonándola en función del VC y de los usos de los inmuebles. Subiría por tanto más a edificios de uso no residencial y mayor VC y menos a los de uso residencial y VC más bajo.

Paradójicamente todas estas propuestas pasan la fase de aprobación inicial, se supone que para negociar en fase de alegaciones algunas modificaciones de cara a la aprobación definitiva, pero cuando llega el pleno de aprobación definitiva la propuesta del PSOE es rechazada. Consecuencia, el IBI subirá para todos los granadinos propietarios de algún inmueble de forma lineal el equivalente a la revalorización de VC. El 11,40% en tres años. Así, a pelo.

Entre tanto, el PSOE presenta un anteproyecto de presupuesto. ¡Albricias!, tras más de tres años, aquí está. La foto electoral está en el hecho de presentar unas cuentas. Y en el victimismo posterior de que no serán aprobadas. No en que sean boyantes ni prometan nada especial.

Analizando los documentos se percibe que el PSOE sabe perfectamente que no se las van a aprobar. Por eso se esfuerza poco. No hay memoria de Alcaldía, ni informe del Interventor, ni Relación de Puestos de Trabajo, ni Plantilla de Personal… Mucho menos referencias a medidas políticas concretas.

A pesar de que las partidas de ingresos se ajustan con cierta prudencia a los Derechos Reconocidos Netos reflejados en la liquidación presupuestaria de 2017, sin embargo hay también partidas imposibles como los ingresos supuestamente provenientes de la eliminación de la bonificación del 5% en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) para recibos domiciliados, sencillamente porque dicha propuesta nunca podría haberse aproyado ya que ni siquiera se llevó al pleno de modificación de las ordenanzas.

Sí resulta imprudente sin embargo contar como ingresos el 100% de los derechos a liquidar, pues siempre existirá un desfase respecto a lo que realmente se recaude, lo cual provocará ineludiblemente incremento del déficit.

Llaman la atención algunas partidas. Como los 3,5 millones destinados al pago de intereses de demora y otros gastos financieros, casi el mismo importe que los intereses de la deuda.

La carga financiera supera los 32 millones, un 11,57% del total de gastos. Y supone que los granadinos vamos a transferir a los bancos la nada desdeñable cantidad de 87.728,26 euros diarios. “Cazi ná”, que diría el castizo.

Bienvenidos al “no presupuesto”.

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Columnista
Miguel Martín Velázquez

Portavoz de Podemos Granada

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