Enmienda a la totalidad (II)
Y Granada, como Fuenteovejuna, todos a una. El pueblo de Granada, con su héroe al frente, hizo la gesta y venció a sus gobernantes (de la Junta), que contra toda lógica democrática querían imponer la sinrazón frente a la voluntad de los gobernados, a los que supuestamente representan y para quienes se supone que gobiernan.
Ha costado, han tardado, pero parece que finalmente han comprendido que estaban fuera de la realidad y que su empecinamiento no sólo era absurdo sino políticamente letal. El pueblo, la gente, hemos comprendido el valor de nuestra fuerza. La con-fusión hospitalaria se paraliza. Se deroga el decreto. Y dimiten buena parte de la plana mayor responsable del desaguisado. Aunque los más altos responsables se parapeten aún tras sus propias víctimas.
Los granadinos hemos presentado una enmienda a la totalidad a la Consejería de Salud. Y la hemos ganado. Ahora queda construir la alternativa. Dos hospitales completos, urgencias finalistas… y recuperar lo recortado hasta ahora. Los granadinos ya hemos elegido a nuestros representantes, a quienes deben acudir a negociar en nuestro nombre. Se lo han ganado y se lo hemos reconocido. Que nadie los vuelva a poner en duda más. Y que no nos vengan de nuevo con paños calientes ni con nuevos mareos de la perdiz, que la pobre ya no da para más.
Pero este no era el único asunto que nos preocupa a los granadinos. De nuevo esta semana nos ha visitado un ministro de Fomento, y van… por lo menos tres. Cada vez que uno (o una) de ellos nos visita nos anuncia, sin despeinarse, un nuevo aplazamiento en la reconexión del tren. Aunque todos repiten que “es una prioridad”.
Ahora, el flamante ministro, Iñigo de la Serna, la retrasa hasta 2018, lo que supondrá ya tres años sin tren. La entonces ministra Ana Pastor dijo hace tres años que la suspensión del tren sería solo para tres meses. Y en mérito a su acertadísimo cálculo la promovieron a presidenta del Congreso, paradójicamente con el voto de algunos diputados granadinos. Y el anterior ministro, Rafael Catalá, había anunciado que los trabajos podrían estar finalizados para el verano pasado. Pues qué bien.
Del soterramiento de la vía por La Chana, el nuevo ministro no dice nada. Sin embargo sí parece que lo habrá en Bilbao y Vitoria Y también con los votos de los mismos diputados granadinos. Y nuestros representantes (los del PP) callan y otorgan, a sus jefes en el gobierno central, claro, no a los granadinos.
Y ante estos dos problemas tan graves para la ciudad, ¿qué hace nuestro flamante alcalde?. Pues se pone de perfil, transige y claudica ante el problema sanitario, que corresponde a su partido y saca pecho ante el del ferrocarril, que es responsabilidad de otro partido. No tiene problema en dejarse ver en las manifestaciones por el tren pero ni se le ocurre aparecer por las que reivindican dos hospitales completos.
Y mientras tanto, en el ayuntamiento de Granada, seguimos sin presupuesto desde 2015. Ni presupuesto, ni siquiera borrador de anteproyecto. Con una pésima gestión durante años se ha provocado una ruina de las finanzas municipales. Las cuentas no cuadran ni siquiera en los papeles. Aumenta el déficit. Y comienzan a peligrar servicios públicos y empleos. Eso sí, el alcalde se pasea y se fotografía por unos barrios y por otros pero pocas medidas le oimos proponer y adoptar. La gestión del proyecto de ordenanzas fiscales, IBI incluido, fue un auténtico disparate.
Los granadinos hemos realizado una enmienda a la totalidad a la Consejería de Salud. Pero parece que faltan todavía algunas más. El próximo 12 a las 12, tendremos la posibilidad de iniciar la segunda. Y me parece que va a tener que ser un no parar.
Miguel Martín Velázquez
Colaborador de Ahora Sí
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