sábado 20 abril
Opinión  |   |

Es peligroso distraerse

El conflicto catalán monopoliza la información durante los últimos meses. Y probablemente lo siga haciendo durante bastante tiempo más. Pero en este periodo están sucediendo muchas cosas que deberían ser consideradas como muy relevantes. Sólo una combinación de intereses políticos y mediáticos pueden ser la causa de que dichos acontecimientos no alcancen la relevancia informativa que en sí mismos merecerían.

En cualquier país europeo hubiera sido objeto de primeras planas en los diarios, radios y televisiones el hecho de que el inspector jefe de la UDEF, en su comparecencia ante la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la presunta financiación ilegal del Partido Popular, señale al mismísimo presidente del gobierno, Mariano Rajoy, como receptor, “indiciariamente”, de “pagos de la presunta caja B del PP en el marco de la trama Gürtel”.

El jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía, Manuel Morocho, señaló además que el PP “respondía al perfil de una organización delictiva”. Y señaló a todos los Secretarios generales del partido, incluyendo expresamente al expresidente del Congreso y exministro, Federico Trillo, al exministro Álvarez Cascos… Llegando a afirmar que el PP “respondía al perfil de organización delictiva” de las que constituyen el objeto de investigación de la UDEF, llegando a decir que “hay una actuación coordinada que responde a unos designios, que ha prestado unos servicios de determinado perfil y que ha operado en diversos territorios con un tronco común”. Y “acusó al PP de haber intentado desestabilizar la investigación con sus presiones, concretamente siete denuncias presentadas contra su unidad”

Unos días antes, la fiscal del caso Gürtel, Concepción Sabadell, afirmaba sin paliativos que “la existencia de la caja B del PP” ha quedado “plena y abrumadoramente acreditada” y que “el partido, como persona jurídica, obtuvo un beneficio de los delitos atribuidos a la red corrupta de Francisco Correa”.

Es evidente que en cualquier país europeo, de democracia consolidada, todo este proceso habría provocado ya hace tiempo no solo la dimisión del presidente del gobierno sino probablemente hasta la refundación de su partido. Pero España parece que aún “is diferent”.

El pasado martes el Ministerio de Hacienda intervino las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, exigiéndole recortes de gasto. Dándose así la paradoja de que las únicas cuentas intervenidas hasta ahora han sido las de Cataluña (por los motivos conocidos) y las de Madrid.

Eran conocidas las veleidades intervencionistas del ministro Montoro sobre los municipios españoles, saltando por encima del principio de autonomía local consagrado en los artículos 137 y 140 de nuestra Constitución, pero resulta difícilmente justificable que sea precisamente el Ayuntamiento de Madrid el que sufra esta intervención y en este momento. Solo motivos políticos de interés partidista pueden explicar esta medida. Para el PP Madrid no solo es la capital del Reino sino también una ciudad que consideran su feudo y cuya pérdida llevan penando dos años.

No hubo intervención cuando los alcaldes Gallardón y Botella acumulaban despilfarros y megalomanías, pero sí ahora cuando la alcaldesa Carmena es capaz de reducir su deuda en un 40% en solo dos años, obtener superávit de más de mil millones, aumentar la inversión en un 102% y la inversión social en un 74%.

Resulta aún más incomprensible que el ejecutor de la intervención sea el número dos del Ministerio, el Secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, exalcalde de Jaén, Ayuntamiento que dejó en quiebra técnica, con un agujero de 550 millones, siendo una de las tres ciudades de más de cien mil habitantes en peor situación financiera. Alguien que en 2013 “admitía que había cobrado sobresueldos del PP entre 1999 y 2007”.

Por otro lado esta misma semana nos llegan otras dos noticias negativas para la mayoría de la gente, que la electricidad ha subido, hasta octubre, un 12%, o que el salario medio en España ha bajado un 0,8% a pesar de estar creciendo el PIB en torno al 3%.

Cataluña es importante pero no debe convertirse en una cortina de humo que oculte otras cosas importantes que están sucediendo y que nos interesa conocer.

Miguel Martín Velázquez

Colaborador de Ahora Sí

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=103017