miércoles 24 abril
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Estrategias para la universidad pública de la próxima década

En mi experiencia de más de 20 años como docente e investigador universitario, me voy dando cuenta en cada curso académico de que el papel del profesor ha ido cambiando progresivamente. La clase magistral es un mecanismo unidireccional de transferencia de conocimiento que, por sí sola, ya no satisface las necesidades de aprendizaje de un mundo cambiante e intercomunicado. Es por ello que el profesor pasa de ser la fuente de conocimiento a convertirse en un dinamizador de los procesos de adquisición de tal conocimiento.

Ciertamente, atrás quedaron aquellos tiempos en que los contenidos de las diferentes materias se concentraban exclusivamente en los libros y apuntes. Actualmente, cualquier estudiante con un ordenador portátil tiene toda la información más actual y relevante en la punta de sus dedos a su alcance. El profesor, a este respecto, no puede competir con ello. De hecho, la unidireccionalidad en el aprendizaje está siendo sustituida por la interacción a través de las tecnologías de la información y la comunicación.

La universidad pública ha de adaptarse a las nuevas circunstancias para no quedarse anquilosada en los métodos de enseñanzas de siglos anteriores. Es por ello que es urgente el desarrollo de un plan general de digitalización de los estudios universitarios con el objetivo de que para el año 2025, al menos un 30% de las titulaciones puedan ser ofertadas online. Esto redundará en una disminución de los gastos universitarios logrando una mayor competitividad y acercando las titulaciones universitarias tanto oficiales como propias a las necesidades del mercado laboral. Este programa exigirá una financiación específica y modalidades de formación específica del profesorado.

Estos nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje permitirán la integración de la universidad en la empresa en lugar de lo contrario que es lo que se ha venido intentando sin demasiado éxito. De este modo, será posible fomentar programas de formación in-company en los que se impartirán asignaturas de las titulaciones oficiales en las sedes de las empresas adheridas tanto en modo presencial como online. A estos programas podrían asistir trabajadores de las empresas que si superan dichas asignaturas se les hará entrega de un diploma y además tal asignatura les quedará reconocida en caso de cursar la titulación. Los estudiantes estarán en contacto directo con los directivos y trabajadores fomentando así las prácticas y la enseñanza aplicada. A las empresas se les podría motivar a colaborar a través de deducciones fiscales para que colaboren con la universidad tanto en formación como en investigación.

Por otro lado, no hemos de olvidar la necesaria vinculación entre la enseñanza secundaria y la universidad que tradicionalmente ha sido poco fomentada. Es por ello, que al igual que se trata de manera especial a los alumnos con necesidades especiales por causa de discapacidades, es necesario prestar una especial atención a aquellos alumnos con dotaciones intelectuales superiores a la media. Para ello, y con la ayuda de modelo de digitalización sería posible que aquellos alumnos aventajados con una media superior a notable (7) de últimos cursos de la ESO y Bachillerato que lo deseen pudieran cursar alguna asignatura de primer curso de las diferentes titulaciones universitarias. Se crearía una oferta específica de tales asignaturas. Aquellos alumnos que las superasen contarían con un diploma universitario y, en caso de decidirse por esa titulación, la asignatura cursada y superada les sería reconocida. De este modo, se daría respuesta al alumnado superdotado o con alto rendimiento que, en combinación con la posibilidad de poder cursar tales asignaturas en el cuatrimestre de verano, podrá conocer directamente el entorno universitario para así tomar las decisiones más adecuadas en relación a la titulación porque decantarse. Los profesores universitarios de primer curso contarán con formación y apoyo para atender las necesidades especiales de estos alumnos a los que, aunque se les exigirá el mismo nivel académico que al resto de estudiantes, dada su edad, pueden requerir apoyo adicional en tutorías o métodos didácticos.

Es por ello, que todos estos cambios, y alguno más que trataremos en futuros artículos modelarán la universidad de la próxima década tan cercana en el tiempo y tan exigente a la vez debido a los retos tecnológicos que nos aguardan.

Daniel Arias
Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Granada

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Comentarios (1)

  1. José Sánchez Campillo dice:

    Un apasionante camino por recorrer. Espero saber adaptarme a los nuevos retos y que cambiemos para bien la imagen de la empresa, los empresarios y las universidades.

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