Facebook como arma de manipulación masiva
La comunicación es esencial para la supervivencia de cualquier proyecto político. “La política es comunicación”. En los grandes ayuntamientos está en manos de los profesionales de los gabinetes de prensa. En los pequeños, con menos dinero, ese papel lo realizan las redes sociales.
El Facebook del ayuntamiento podría ser un instrumento útil en la comunicación con los vecinos sobre los servicios municipales aunque en Alfacar ni siquiera sirve para eso. La nota sobre el cambio de las paradas del autobús sembró una confusión tal que obligó a los concejales responsables a disculparse públicamente.
El equipo de gobierno del PSOE abusa de su legítimo derecho a informar al convertir las redes sociales municipales directamente en un instrumento de propaganda. De tanto en tanto se publican entradas en las que aparece nuestra alcaldesa inspeccionando alguna obra menor. Este hecho se reviste de la misma solemnidad con la que el extinto Nodo nos informaba de la inauguración de un pantano por parte del caudillo.
Algunos pueden encontrar justificable este uso, pero lo que es inadmisible es la apropiación de parcelas ajenas a la actividad política y la atribución de méritos que no les corresponden. El afán de protagonismo parece llevarles a querer, como a aquella dama, ser el muerto en el entierro. Las informaciones sobre actividades escolares pueden producir en el incauto internauta la impresión de que son los ediles los responsables de cualquier propuesta educativa innovadora. Hay actividades extraescolares y complementarias preparadas por los centros a las que se les da apariencia de actividades municipales.
La presencia de estos políticos en la escuela con afán propagandístico ha sido denunciada por la agrupación municipal Somos Alfacar por lo que comporta de uso ilegítimo de la imagen de los menores y por el riesgo de manipulación que estos sufren. Si el ayuntamiento quiere trabajar por la educación pública puede empezar por exigir el cumplimiento a sus correligionarios de la delegación provincial de promesas como la del comedor escolar para el Ceip Marín Ocete, cuya ausencia está despoblando año tras año ese centro.
La misma mecánica falaz subyace en la publicidad de supuestos talleres municipales que en realidad son actividades privadas y lucrativas. O al atribuirse la autoría de las obras licitadas por Aguasvira y ejecutadas por una empresa privada en lo que constituye el fabuloso negocio del agua. Y un ejercicio de cinismo después de ser ellos los responsables de su privatización.
También peca el equipo socialista por omisión. Actividades tan importantes para la vida del pueblo como los escasos plenos que se celebran al año son silenciadas o anunciadas con muy poca antelación. Ni que decir tiene que cualquier iniciativa que se lleve a cabo en el pueblo y que no puedan capitalizar, es ignorada.
El equipo de gobierno en Alfacar confunde deliberadamente un canal de comunicación institucional con un medio partidista. Y lo que tendría que ser un servicio público acaba convertido en un medio para el autobombo. Por supuesto que el PSOE y cualquier otro grupo político tiene derecho a expresarse en los términos que crea conveniente, pero no utilizando unos medios, que aunque gratuitos, nos pertenecen a todos.
José Luis Torres
Concejal de Somos Alfacar
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