Feminista y del PP
El próximo jueves, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Estamos en una semana importante, porque todos: políticos, periodistas, instituciones y ciudadanos, ponemos en el centro a la mujer, hablamos de los problemas de desempleo que tenemos, de la conciliación familiar y laboral, de que la maternidad no puede penalizar a la mujer, de la brecha salarial existente respecto a los hombres, a pesar de que el Gobierno de España lo ha prohibido por ley, y también de que aún hay energúmenos que nos matan. Hemos avanzado, no cabe duda, fundamentalmente gracias a muchas mujeres que se atrevieron a alzar la voz en momentos en los que no era nada fácil y gracias también a otras muchas que han trabajado en silencio para que la sociedad sea hoy más justa. Gracias al movimiento feminista, a nuestras madres, a nuestras abuelas y gracias también a los hombres que siempre han estado ahí, a los que creen en la IGUALDAD con mayúsculas.
Queda mucho por hacer y a lo largo de la historia hemos demostrado que avanzamos más cuando estamos juntos, cuando actuamos como sociedad. En la lucha contra la violencia de género hemos sido capaces de alejar nuestras diferencias y quedarnos con lo que nos une para salvar vidas de mujeres y de niños. Hemos alcanzado un Pacto de Estado con el que seguro vamos a avanzar. Por desgracia, ninguno tenemos la varita mágica para terminar con esta lacra, pero estoy segura que entre todos acabaremos con los maltratadores y con los asesinos.
Creo que es el único camino posible, la unidad, el trabajo conjunto, y lo voy a seguir diciendo y practicando por mucho que se empeñen algunos en patrimonializar la igualdad y apartar al Partido Popular.
Y es que en este país la izquierda es muy dada a juzgar a quien no piensa como ellos. Se envuelven en una supuesta autoridad moral y adjudican etiquetas a diestra y siniestra. Son habituales consignas como: “los socialistas llevamos en el ADN las políticas sociales” o “la derecha nunca ha creído en la igualdad”. En el Parlamento Andaluz, estamos acostumbrados a escuchar todo tipo de tópicos de la derecha y la izquierda e, incluso, algunas de sus señorías del Partido Socialista se permiten el lujo de decir de qué podemos, o no, hablar los demás. Tienen el privilegio y la sabiduría suficientes para ir repartiendo carnets. Sus dos preferidos son el de demócrata y el de la igualdad y en el PP nunca tenemos el honor de poseer alguno de ellos.
En mi caso, el carnet que me darían los socialistas es el de ‘mujer y del PP’. En alguna ocasión he escuchado del socialismo más rancio aquello de “¿cómo es posible que seas mujer y votes al PP?”. Pues sí señoras y señores de la izquierda, soy mujer, soy del PP y soy feminista. Y lamento decirles que no soy la única, tengo muchas compañeras y el Partido Popular tiene muchas votantes.
Creo firmemente que hay temas que no se deben politizar. Primero porque nos importan a todos y segundo porque puede que no estemos todos inmaculados. Por ejemplo, el secretario general de los socialistas granadinos, el señor Entrena, ya dijo en un pleno de la Diputación a una compañera del PP que “estaba mejor calladita”. En Padul, municipio gobernado por socialistas, se ha publicado una copla deleznable que ataca a una concejala popular y no les menciono el tuit que me dedicó el que era portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Güéjar Sierra tras un intenso pleno por no ofender a Sabina, al que torpemente parafraseaba.
Así que lecciones ni una porque no son ustedes perfectos. Mejor trabajemos juntos para solucionar los problemas que tenemos las mujeres y para lograr que pronto el 8 de marzo sea un día de fiesta y celebración.
Ana Vanessa García
Parlamentaria andaluza del PP
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