sábado 20 abril
Opinión  |   |

La victoria o la nada

Así de claro lo dejó Feijóo en la Intermunicipal que el PP ha celebrado recientemente en Valencia. Ante los candidatos y candidatas populares a las próximas elecciones municipales, el señor Feijóo vinculó su continuidad en la Presidencia del PP a la obtención de una victoria clara en las elecciones generales que se celebrarán este año. Y de paso, el señor Feijóo unió a su destino el de sus candidatos y candidatas populares a las alcaldías, al pedirles expresamente que le ayudaran a seguir en la Presidencia del partido.

No nos parece esta una declaración propia de un líder con unas profundas convicciones democráticas, dispuesto a aceptar la posición que el electorado decida otorgarle en un proceso electoral. Ni tan siquiera suena como el compromiso de un candidato a la Presidencia del gobierno plenamente convencido de que la opción que representa será la preferida frente a la planteada por sus oponentes. De hecho, la inquebrantable voluntad de victoria del Sr. Feijoo contrasta con una opaca, difusa y cambiante idea de qué haría tras dicha victoria.

Se nos antoja, más bien, que tal proclama es propia de un líder débil, conocedor de cómo se las gastan en su partido y sabedor de que unos malos resultados electorales significaría su muerte política, independientemente de su voluntad. Parece que el señor Feijóo, consciente de que su destino político se mueve entre la victoria o la nada, en un acto de generosa mezquindad, ha querido hacer participes de tal dicotomía a sus alcaldables en los comicios municipales que, con toda seguridad, precederán a las elecciones en las que Feijóo se juega su ser o no ser político.

Pero es que, además, esta unidad de destino en lo universal sellada por Feijóo con sus candidatos y candidatas municipales condiciona, en el fondo y en las formas, la estrategia del Partido Popular de cara a los elecciones locales. El señor Feijóo, al reconocer que se encuentra en una encrucijada de la que solo puede salir o bien camino de la Moncloa o bien de vuelta ominosa a Galicia, ha venido a proclamar que las elecciones municipales se convertirán en un plebiscito sobre su persona y su liderazgo y en un simulacro de las elecciones generales.

En esta coyuntura y ante la diatriba existencial del señor Feijóo, el programa y el discurso municipal de los populares va a girar en torno a ETA, Cataluña y la maldad del gobierno judeo-masónico, comunista, marxista-leninista, filoterrorista, bolivariano y satánico de España. ¿ A que candidato o candidata popular a una alcaldía se le va a ocurrir hablar de su pueblo o de su ciudad teniendo la encomienda de preparar el camino electoral del señor Feijóo? Y no es por ser insensible a la suerte del Presidente del Partido Popular, pero lo mismo no es una locura ni un despropósito que la ciudadanía espere que en unas elecciones municipales se hable, de debata, se proponga, se confronte sobre su ciudad y su futuro. Tiempo habrá de hablar y debatir sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional, sobre los efectos de la reforma laboral en la creación de empleo o sobre los efectos de la excepción ibérica en el precio de la energía, pero no veo yo que durante la campaña electoral a las elecciones generales nadie nos aclare si el futuro del metro de Granada pasa por una linea que atraviese el centro de la ciudad o no, por poner un ejemplo.

Quizás esa voluntad del Partido Popular por convertir los comicios municipales en la previa de las elecciones generales es lo que explica que, a poco más de tres meses de que los granadinos y granadinas seamos llamados a las urnas para elegir a nuestras concejalas y concejales, el Partido Popular solo haya aclarado quién será su candidata, a la que le corresponde el dudoso honor y la exclusiva encomienda de partirse la cara por el futuro político del señor Feijóo. Solo así se explica que, a estas alturas, el Partido Popular ofrezca a los granadinos y granadinas una candidata a la alcaldía sin voz, sin propuestas, sin tan siquiera opinión sobre Granada y sus inquietudes.

Quizás, y sólo quizás, el Partido Popular está minusvalorando la capacidad de los granadinos y granadinas para valorar que, desde que ellos no gobiernan esta ciudad, Granada ha recuperado la tranquilidad y la normalidad necesaria para afrontar el futuro desde el diálogo y el acuerdo concretado, entre otras cosas, en un Pacto por Granada liderado por un Alcalde que ha tenido la valentía y la honradez de manifestar y demostrar que su Partido es Granada.

Publicidad
©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Columnista
Baldomero Oliver

Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada

Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=221535