Las pinzas de la irresponsabilidad
En esta semana en la que celebramos el Día de la Constitución, me lleva la memoria al artículo 138 de nuestra Carta Magna en la que se garantiza por parte del Estado el principio de solidaridad consagrado en el artículo 2 velando por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre todo el territorio español. Esto dice nuestra Constitución de 1978 pero la realidad es la entrega sin paliativos del Presidente del Gobierno a los separatistas catalanes y a los herederos de ETA rompiendo este principio en el que Andalucía, junto a Valencia y Murcia, es una de las comunidades perjudicadas por el actual sistema de financiación autonómica impulsada por Zapatero. En definitiva, la reclamación y el quejío no es baladí y tan solo pide al Estado que garantice la igualdad frente a los privilegios, ante una situación insostenible que ha propiciado incluso el acercamiento de dirigentes autonómicos de diferentes signos políticos que tan solo piensan en sus ciudadanos. Y eso, es precisamente lo que la ciudadanía nos está pidiendo: altura de miras y cierre de filas para, entre todos, salir cuanto antes de la crisis social y económica derivada de la pandemia que, por desgracia, tanto dolor sigue causando aún hoy.
Fruto de esa necesidad de moderación y diálogo es llamativa la pinza antinatura que ha nacido en Andalucía. Incomprensible el rechazo a los Presupuestos de la Junta de Andalucía por parte del PSOE, de Vox y de Podemos. Tres formaciones que han demostrado que no están en esa línea de aunar fuerzas buscando tan solo el bloqueo de la acción del Gobierno andaluz. Pero más sorprendente aún es cómo andan escondidos en nuestra provincia desde hace semanas por más que desde el Partido Popular les hemos instado a que recorran cada municipio de Granada para que le expliquen a los vecinos su negativa a unas cuentas que suponían inversión, creación de empleo y riqueza blindando la sanidad, la educación y los servicios sociales.
De esa irresponsabilidad no ha comulgado el Grupo Popular de la Diputación de Granada que ha aportado, enriquecido y obtenido proyectos importantes que el presidente de la institución tenía guardados en un cajón en la negociación de los Presupuestos provinciales. Aportaciones a unos Presupuestos que, a pesar de presentar graves carencias, no podíamos bloquear por esa responsabilidad política que tenemos que ejercer en estos momentos tan complicados, pero que, a la par, debíamos enriquecer. Ahí se abrió paso a una negociación en la que el Partido Popular presentó una serie de enmiendas en pro de garantizar la igualdad de todos los territorios de la provincia con inversiones que potencien el impulso definitivo para salir del furgón de cola fruto de la inacción y la dejadez del Gobierno central para con Granada. Tras la negociación, llegó el momento de la votación y la satisfacción de este Grupo Popular de haber conseguido que el socialista Pepe Entrena, presidente de la institución provincial, reculara y reconociera la dejadez de funciones con los vecinos de Pradollano que, gracias a la enmienda que presentamos, van a contar con un retén de bomberos. O los vecinos de Guadix, que recuperan inversiones prometidas y anunciadas a bombo y platillo pero que luego, por intereses partidistas, se guardaron en un cajón que ahora se abre de nuevo para la creación de una nueva oficina del Servicio Provincial Tributario.
No es oro, sin embargo, todo lo que reluce y las cuentas del socialismo para esta provincia para el próximo año presentan graves carencias para seguir luchando de manera efectiva y realista contra la despoblación al no prever partidas garantistas y suficientes para mejorar las comunicaciones o impulsar proyectos que doten a todos los territorios de una igualdad a la que nuestra Constitución llama y que será la hoja de ruta del Grupo Popular, y los diputados provinciales del Partido Popular, el año 2022.
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