viernes 29 marzo
Opinión  |   |

Línea 400kv: otro incumplimiento con la provincia de Granada

En la actualidad existe un conjunto de proyectos de gran importancia que podrían dar un cambio radical a la realidad de la provincia de Granada. A algunos de estos proyectos ya parece que se les ve su consecución, como es el caso del AVE; otros están en camino, como es el caso de las actuaciones en el Puerto de Motril; el acelerador de partículas está pendiente de decisiones que se escapan a nuestras manos; pero la mayoría se encuentran completamente paralizados o en un lamentable letargo, como son las conducciones de Rules, el Corredor Ferroviario Mediterráneo o la ampliación de los regadíos de la comarca de Baza-Huéscar.

Dentro de este paquete de proyectos prioritarios para la provincia de Granada y que se encuentran ilógicamente aparcados se incluye la construcción de la línea eléctrica de 400 kilovoltios eje Caparacena – Baza – La Ribina, más conocida popularmente como la ‘Línea 400.

El proyecto consiste en la construcción de una línea eléctrica de 400 kilovoltios que uniría al levante almeriense con el norte de la provincia de Granada, a través del eje Caparacena – Baza – La Ribina, así como de un ramal hacia las comarcas de Guadix y El Marquesado. La línea daría cobertura a más de noventa municipios de Almería, Granada y Jaén, y el montante de la actuación se ha estimado que ascendería a alrededor de 130 millones de euros.

La consecución de esta iniciativa es básica para el desarrollo socioeconómico de las comarcas del norte de la provincia, las cuales, no se debe de olvidar, son unas de las zonas más deprimidas de Granada. De entre las consecuencias directas de la ejecución de esta infraestructura se pueden destacar:

- Garantiza el servicio y calidad para la población y las empresas radicadas en el territorio.
- Permitirá la instalación de nuevas iniciativas empresariales. Se estima que el conjunto de iniciativas empresariales que se podrían poner en marcha generarían más de 15.000 empleos directos. En este sentido, es de destacar que la construcción de esta línea eléctrica permitiría la implantación de nuevas plantas de energías renovables, esencialmente eólicas y fotovoltáicas, las cuales requieren de una línea de evacuación de la energía generada, y cuyos proyectos están actualmente paralizados precisamente debido a la imposibilidad de la evacuación de su producción.
- Aseguraría el abastecimiento eléctrico del Corredor Ferroviario Mediterráneo, infraestructura vital para toda Andalucía, tal y como reconoce la misma Unión Europea. Así mismo, eliminaría uno de los problemas y facilitaría la recuperación de la conexión ferroviaria de Andalucía Oriental con el Levante (Ferrocarril Guadix-Baza-Lorca).

Es decir, la consecución de la Línea 400 tendrá un efecto positivo directo en la calidad de vida de los habitantes de la zona y asegurará el desarrollo sostenible y basado en los recursos endógenos del territorio, elementos claves para detener el actual proceso de despoblamiento que afecta al conjunto de municipios de la zona.

A ello hay que unir otras consecuencias indirectas pero de igual importancia, e incluso de mayor calado y magnitud a largo plazo, como es la lucha contra el cambio climático, el cual es una de las mayores amenazas que se ciernen sobre la humanidad, en general, y en particular con efectos especialmente negativos para el área geográfica de Granada.

Uno de los elementos esenciales de la estrategia de lucha contra el cambio climático que está imponiendo la Unión Europea es transformar Europa en una economía hipocarbónica y de alta eficiencia energética. Y para alcanzar este objetivo, uno de los instrumentos principales es la transformación del actual modelo energético, basado en los motores de combustión de los combustibles fósiles (petróleo, gas), hacia un sistema basado en motores eléctricos abastecidos por grandes centros de producción, que en el futuro se nutrirían de la energía de fusión nuclear (de ahí la importancia de que Granada sea un actor principal en el proyecto del acelerador de partículas, pues nos permitiría convertirnos en un punto de referencia mundial de enorme proyección en el futuro).

Sobre esta premisa, se puede resaltar que la construcción de la Línea 400 Kv Eje Caparacena – Baza – La Ribina redundaría en colocar a las comarcas del norte de la provincia de Granada en una posición privilegiada y facilitaría a nivel nacional el cumplimiento de los objetivos establecidos por la Unión Europea.

Pero, frente a este conjunto de datos que muestran la bondad y necesidad de llevar a cabo la construcción de dicha infraestructura eléctrica, nos encontramos con la dura y obtusa realidad. El proyecto empieza a proponerse a finales de la década de los 90 del siglo pasado, en principio como respuesta a los problemas de abastecimiento eléctrico que sufre la zona. Dada la importancia que mostraba el asunto, el proyecto fue inicialmente incluido como prioritario en el Plan Nacional de la Red de Transporte Eléctrico 2002-2010, aunque sin acometerse en ningún momento. De nuevo fue incluido en el Plan Nacional 2008-2016, comenzando a tramitarse en el año 2011. Sin embargo en el Plan Nacional de la Red de Transporte Eléctrico 2015-2020 del Ministerio de Fomento del Gobierno de España se eliminó esta actuación del conjunto de proyectos calificados como prioritarios, basándose en la no necesidad de la infraestructura para la zona.

A continuación, en mayo de 2017, se anuncia un acuerdo entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía para poner en marcha de nuevo el proyecto, de forma que volvería a calificarlo como “Proyecto Prioritario” en el Plan Nacional, siempre y cuando la Junta de Andalucía acreditase con informes solventes cuál es la demanda real que justifique la viabilidad y las vías de financiación del proyecto. Hasta existía un compromiso de incorporar alguna partida destinada a este proyecto en los Presupuestos Generales del Estado del año 2018.

Y llegamos a diciembre de 2017, momento en el que el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital del Gobierno de España ha decidido de forma unilateral volver a retirar la consideración de “Proyecto Prioritario” a la actuación Línea 400 Kv Eje Caparacena – Baza – La Ribina. Para tan desafortunada decisión se ha aducido que los informes remitidos por la Junta de Andalucía no justifican la viabilidad del proyecto. Más bien, me temo que tras esta justificación se esconde una decisión política de invertir preferentemente en otros proyectos.

Estos continuos vaivenes (ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no…) simplemente deben ser calificados como un desprecio al conjunto de la sociedad granadina y una demostración de la consideración que los dirigentes nacionales del Partido Popular tienen sobre la provincia de Granada, amén de una nueva demostración de la falta de peso político de la cúpula provincial del PP a nivel nacional. Y para mayor desvergüenza aún, estos mismos dirigentes provinciales se atreven a atacar el proyecto calificándolo como innecesario.

Frente a ellos ahora se colocan aquellos dirigentes locales del PSOE que callaron la falta de impulso al proyecto durante los años de los gobiernos socialistas. Puro postureo. De nuevo un proyecto de enorme importancia para Granada cae en los enredos de la vieja política. Es una clara demostración de la falta de un proyecto claro para la provincia de Granada por parte de los partidos tradicionales, más preocupados en mantener el poder que en solucionar los problemas de Granada y los granadinos.

En otras épocas la sociedad granadina habría caído en el desánimo, la abulia y la resignación, pero afortunadamente esto no tiene que ser así. La aparición de una manera diferente de hacer política como es el caso del partido Ciudadanos (la Nueva Política), anteponiendo el interés general a los particulares (especialmente a los más oscuros intereses partidistas), desde la seriedad, la sensatez y el espíritu constructivo (a diferencia de otros abonados a la protesta continua pero sin capacidad de proponer soluciones y alternativas viables), y con un claro compromiso con la sociedad granadina, permite dar una esperanza de que este proyecto, al igual que el resto de grandes proyectos que hay que llevar a cabo por el bien de Granada (AVE, Corredor Ferroviario Mediterráneo, Presa de Rules, Puerto de Motril, acelerador de partículas, regadíos de la comarca de Baza-Huéscar, aeropuerto, parques naturales…) tiene un aguerrido defensor.

César Robles Pérez
Empresario y consultor técnico en las áreas de Medio Ambiente e Ingeniería Civil

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