Los presupuestos de teatro
En los presupuestos municipales de Ogíjares para el año 2018, en la memoria de alcaldía se presentan dos novedades: una relativa a un posible espacio escénico y otra una alusión a un centro municipal de información a la mujer.
Teatro, puro teatro. Y no nos referimos a la idoneidad para crear en nuestro municipio un nuevo espacio escénico, si no a la interpretación que el equipo de gobierno hace sobre las políticas de igualdad.
Anotar en los presupuestos 35.000€ para contratar una letrada y dotar de más recursos al área de igualdad no implica tener el convencimiento de ejecutarlos. De nada vale hacer declaraciones institucionales y reivindicar la huelga feminista y las desigualdad de género, si ello no repercute directamente en acciones concretas en nuestro pueblo.
Feminizar la política no es llevar tacones de 7 cm., es facilitar recursos que mejoren la vida de las mujeres y que éstas participen más. La participación de las mujeres en los diferentes escenarios de la vida comunitaria conduce a beneficios tangibles para todos y todas. Está demostrado, nosotras mostramos mayor receptividad hacia las necesidades de la ciudadanía porque priorizamos acciones relacionadas con la educación, la salud y el bienestar común, todo ello desde un enfoque de cooperación.
Feminizar la política conlleva apostar por unos presupuestos participativos, que superen el convencionalismo de que unos cuantos decidan en un despacho qué es lo mejor para nuestra vecindad. El dinero de las arcas municipales es público por lo que la elaboración de los presupuestos debería haber sido pública y participada. Pero no, no se ha contado ni con los habitantes, ni con los entes sociales ni con ningún otro agente de interés. En Granada tenemos ejemplos claros de que se puede involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones: Peligros, La Zubia, Dúrcal, Armilla ¿Por qué no en Ogíjares?
Teatralizar los presupuestos, contar lo que queremos oír para luego, con el paso de los meses ir justificando la demora de su implementación hasta acabar con la frase: “del año que viene no pasa”, es un técnica muy utilizada por muchas corporaciones locales tras adaptar el guión de sus presupuestos a sus intereses partidistas y particulares.
Feminizar la política implica ser capaces de incorporar la perspectiva de género a cada una de las partidas de nuestro presupuesto. Las mujeres usamos las ciudades de forma distinta a los hombres, por eso es clave pensar todos los espacios urbanos con inclusión de género. Nosotras usamos más el transporte público y caminamos más que los hombres. Por lo general desempeñamos una carga laboral doble al recaer en nosotras gran parte de las labores del hogar y de un empleo fuera. También asumimos casi siempre las labores de cuidado de los hijos e hijas, y personas mayores o dependientes, lo cual se traduce en muchos desplazamientos diarios en el ámbito urbano. Tener en cuenta estos aspectos a la hora de gestionar nuestras infraestructuras y proyectos es nuestra responsabilidad como gestores municipales.
En multitud de ocasiones se visibiliza a las mujeres sólo cuando se valora la pobreza, la precariedad laboral o la violencia de género, algo que no es cuestión baladí, pero no se están teniendo en cuenta las desigualdades existentes en otros ámbitos cotidianos que no implican situaciones de extrema vulnerabilidad, como pueden ser la conciliación de la vida personal y laboral o la utilización diferenciada del espacio por distinción de género y características físicas.
Mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres en Ogíjares, depende de contar con un proyecto de municipio que crea de verdad en las potencialidades de su gente, que confíe en su capacidad de participar y colaborar en la toma de decisiones y apueste por una nueva forma de hacer las cosas que supere las barreras de la cultura patriarcal que nos asfixia, y dé paso a una nueva generación de feministas que harán de nuestro pueblo un lugar mejor en el que vivir.
Encarna Sánchez Roldán
Portavoz del grupo municipal Ahora Si Podemos Ogíjares
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