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Más de lo mismo
¿Para qué tanto golpe en la mesa?. ¿Para qué tanto do de pecho?. ¿Para que tanto verbo indignado?, si en el momento clave, si sea cual sea el diagnóstico político y la responsabilidad del mismo, solo hay un único tratamiento: Recortes y subida de impuestos. Da igual izquierda o derecha, si ambos asestan el golpe a los y las de siempre, a los de abajo. Los de arriba, los que están montados en el carro bipartidista, siguen explotando la misma cantinela, que se resume en que cualquier medida de recorte de derechos, prestaciones, servicios públicos, etc. , es por causa de la “herencia recibida”, como si los que heredan nunca hubieran estado antes en el parte causante y así la bola sigue rodando a gusto de los de arriba, mientras los de abajo caemos en la trampa y nos enojamos con los que han dejado la herencia sin reparar en más detalles y, los nuevos herederos nos aplican la misma medicina que nos dijeron los anteriores, es decir, somos los que pagamos los desmanes, incompetencias, agujeros y deudas que, por supuesto, sin de la ciudad, nunca se las cargan a los causantes.
De esta manera hemos acontecido, conociendo, el llamado plan de saneamiento de los desastres provocados por los responsables del gobierno municipal, se resume en la “imaginativa” idea de subir el impuesto de bienes inmuebles para provocar, dicen, un incremento de los ingresos de “hasta siete millones de euros”. Para conseguir ese solidario objetivo, nótese la ironía, de consuno con el gobierno central actualizan los valores catastrales a lo que añaden “un esfuerzo” en la reducción de los gastos de once millones de euros. En Román paladín, vamos a pagar más y recibir menos. Pues, para ese viaje no hacen falta ninguna alforjas. Eso es cualquier cosa menos un plan de saneamiento, que si lo fuere iría acompañado de un plan estratégico de crecimiento y/o de modelo de ciudad que desarrollara un plan de inversión pública y privada en los sectores clave de la ciudad de Granada, que no solo es el turismo, que al ritmo que va se está convirtiendo en la nueva burbuja, sin que se considere siquiera la posibilidad de estudiar la viabilidad, como defiende el grupo municipal “Vamos Granada”, de una tasa turística, progresiva y que considere el impacto ambiental del turismo de masas, que podría suponer importantes ingresos que podrían hacer innecesaria la subida del Impuesto de Bienes inmuebles.
Eso sí, la culpa es de Rajoy que nos impone este “plato de mal gusto”, como si el primero no gobernara con la complacencia del PSOE, hasta ahora así ha venido siendo. Pero claro, se olvidan los que se quejan de la herencia que ellos son responsables del asunto del metro que sus obras y adaptaciones sin fecha de final ha contribuido en gran medida a la quiebra de la ciudad y del fiasco de la condena a pagar la cantidad ciento sesenta y cinco millones de euros por el asunto del Centro Comercial Nevada, como consecuencia de loa perjuicios económicos por la paralización de las obras a resultas de la suspensión cautelar de la licencia de obras concedida, legalmente, por el Ayuntamiento de Armilla. Además, como gran medida de estrategia jurídica ni se practicó prueba, ni se presentó protesta, vamos ni por presentar, ni se presentó la Administración autonómica al juicio, ¡siendo la demandante!. De traca. Y, ¿eso quien lo va a pagar?, de momento está claro, con el dinero de todos y todas, para eso está el presupuesto público, o lo que es lo mismo, disparan con pólvora de rey, pero la pólvora la pagamos otros.
En conclusión, más de lo mismo, para no variar. Suma y sigue.
Salvador Soler García
Colaborador de Ahora Sí
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Al final las cuentas hay que pagarlas y por ello debemos ser cuidadosos con el gasto, sobre todo el público. Me preocupa las dificultades que atravesamos y la imposibilidad de afrontar nuevas metas y proyectos en Granada. Creo que en las ciudades existe un banco de ciudadanos intocables, que no paga impuestos, en igualdad con los que poseemos piso y coche. Creo que ahí debemos incidir.