"Natalico, colócanos a tos"
Muchas son las voces que claman para que VOX, hijo pródigo del PP, vuelva al regazo. Razones no les faltan, es que tanto monta. Ahí tenemos el ejemplo de Sebastián Pérez, hijo del que fue secretario provincial del movimiento nacional en Granada, que no se arrienda en reivindicar la memoria del fundador de la falange, para luego añadir que el Estado español nació en 1492, situándose así a un paso para sustituir, como así proclama el hijo pródigo, el Día de la Andalucía por el de La Toma, porque fue el momento que se reconquistó España, librándola de la ocupación musulmana, lo que se liga a la expulsión de las personas migrantes y a la derogación de la Ley de la Memoria Histórica.
Sebastián Pérez, también, fue el “perito” de la defenestración del anterior alcalde de Granada, Torres Hurtado, que se llevó por delante al primero a razón del caso Nazarí, siendo por aquel entonces también concejal del Consistorio municipal y presidente del Partido Popular. Poco después, casi todo el grupo municipal ha sido encausado por cohecho, fraude en la contratación, asociación ilícita, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, estafa, falsedad en documento mercantil, administración desleal y corrupción urbanística. Ese es el legado del candidato del partido popular, podredumbre en su esencia más pura.
En ese peculiar currículo político se ha añadido, de momento, que el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Granada ha dejado sin efecto el XIV Congreso Provincial del Partido Popular de Granada, donde salió “reelegido” Sebastián Pérez como presidente, por infracción de la Ley de Partidos Políticos y del reglamento de dicha organización, pues se alteró, según la sentencia, entre otras cosas, de forma fraudulenta el censo de electores para asegurarse su continuidad.
Sebastián Pérez, vuelve a la carga y dice que va a convertir las mareas amarillas que han venido exigiendo la conexión ferroviaria en mareas negras y que va a recuperar La Alhambra y Sierra Nevada para Granada, aunque no ha dicho cómo lo va a hacer, sí va apuntando camino, de entrada va a desmantelar el Consejo Consultivo de Andalucía, que junto al TSJA y a la Fiscalía de Andalucía forma parte inescindible del contenido real de la capitalidad judicial que reside en nuestra ciudad. Además, es una propuesta injusta que constituye un agravio más contra Granada, pero también es insolvente dado que dicha Institución está recogida en el Estatuto de Autonomía y que, para su desaparición, exigiría su reforma. Por tanto, Sebastián Pérez no defiendas a Granada, vayamos a que nos vuelvan a dejar sin tren y se nos lleven el TSJA y la Fiscalía de Andalucía. Menos mal, respiro, porque La Alhambra y Sierra Nevada, obviamente, no las puede desmontar de ninguna manera.
Sebastián Pérez dice que quiere «acabar con cuatro años de socialismo en la ciudad de Granada, donde nació el Estado español el 2 de enero de 1492». Pues no, siguiendo la sección de historia de España que se publica en el diario ABC, por ir a una fuente cercana al candidato popular, los Reyes Católicos unificaron la política exterior, la hacienda real y el ejército, pero respetando los fueros y privilegios de cada uno de sus reinos. Es decir, se dio una unión de reinos. Más tarde, con Felipe V, se acuñó por primera vez el término de «Reino de España», proceso que necesitó dos siglos de intenso intercambio cultural y comercial entre los diversos territorios españoles. Luego, la mayoría de los historiadores, han coincidido en que es tras la Guerra de Independencia y la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812, cuando nace la idea de España como nación. Así que, Sebastián Pérez, no conoce bien ni la ciudad en la que vive, ni el Estado del que enarbola por doquier su bandera.
Afirma Sebastián Pérez que, va a acabar con cuatro años de socialismo en Granada, utilizando un lenguaje frentecolumista (¡foh!). Preocupante, pues su prioridad no es acabar con la corrupción instalada en la organización (condenada) que preside y que bajo su mandato ha utilizado la gestión de los recursos públicos de la ciudad en beneficio propio y de los compadres, sino, que lo que quiere crear es un estilo de “ser granaíno”, de enchufador, emulando la figura del cacique alpujarreño Natalio Rivas al que se dirigía su clientela electoral pidiéndole “Natalico, colócanos a tos”.
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