No todo es malo
Estrenamos año, comienza un nuevo ciclo en el que se detecta cierto aire de alarmismo y preocupación, de incertidumbre. Un año políticamente crucial del cual podremos sacar muy diversas lecturas y aprendizajes. Las elecciones andaluzas han provocado un cambio de gobierno que se presume como adelanto a lo que acontecerá en los próximos meses, pero, ¿Que es lo que acontecerá? ¿Que los partidos políticos se pongan de acuerdo entre ellos para formar un gobierno a partir de un programa consensuado? ¿Que se descubran las intenciones de unos y otros en cuanto a determinados posicionamientos políticos?. Preguntado así parecen lógicos los hechos, entonces ¿cuál es el problema?, ¿que, de una forma legítima, entre en el Parlamento un partido declaradamente de ultraderecha?.
Podríamos preguntarnos que han hecho mal los partidos llamados “progresistas” para haber perdido tantos votos. Indigna que la respuesta de algunos sea convocar manifestaciones proclamando democracia porque no aceptan los resultados precisamente democráticos de las elecciones… ¡Que contradicción más esperpéntica!
Se reafirman en su inutilidad para seguir dándose golpes contra la pared en vez de aceptar que no se han hecho las cosas bien y dejar paso a quienes estén dispuestos a hacerlas de otra manera. Pero no. Ahí siguen los “susanistas” y los “teresistas” en su sillón, siendo protagonistas del declive de una izquierda idealista que se alimenta de la autocomplacencia y que no sabe qué es la autocrítica. Pero les queda el sillón.
Resulta cuanto menos bochornoso comprobar cómo cambian los partidos de criterio en función de los resultados obtenidos en unas elecciones y otras, esos equilibrios comunicativos y su capacidad de disimular el donde dije “digo”, digo “Diego”. Este arte, practicado por la totalidad de los partidos políticos, tiene su parte positiva aunque no lo crean: saca a la luz la hipocresía de estos a quienes les importa más el poder que la honestidad.
Desde la votación con la que el PSOE de Gójar consiguió arrebatarle el gobierno al PP, hemos escuchado en varios plenos cómo el portavoz del PP echaba en cara al resto de partidos que no se había respetado la decisión mayoritaria del pueblo al sacar del gobierno a la lista más votada. La suya, claro.
Pero no todo es malo, todas las propuestas del Partido Popular y de Ciudadanos que han llevado a Pleno instando a la Junta de Andalucía a que realizara un colegio nuevo, a que pagara los atrasos que debe al Ayuntamiento de Gójar, etc… serán una realidad ahora, ya que ellos gobernarán en nuestra Comunidad “Autónoma”.
Al margen del sarcasmo, nuestro humilde Grupo municipal (la Asamblea Ciudadana de Gójar) ha empezado el año con positividad, con una campaña que incentiva el consumo local donde hemos producido 1.000 calendarios para todos los comercios del municipio y que estos los regalen a sus clientes. Un pequeño detalle que esperamos ayude en nuestro empeño por cobrar vida propia y dejar de ser una ciudad dormitorio del Área Metropolitana.
Seguro que ante el ruido, los catastrofismos, las incitaciones al odio que nos llegan desde la actitud irresponsable de los partidos políticos y maximizadas por los medios de comunicación, encontramos la forma de sonreírle al vecino, de ceder el asiento a una abuela o de desearle lo mejor también al que piensa diferente. Porque esta sociedad, la nuestra, está muy por encima de ese ambiente contaminado. ¡Feliz 2019!
Popular ahora
