Otro ataque a Granada
El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía publicaba el 11 de junio de 1985 un acuerdo por el que se autorizaba la creación de la Escuela Andaluza de Salud Publica. En aquel entonces, el citado acuerdo establecía como objetivos prioritarios: la enseñanza, el asesoramiento y la investigación, dirigidas a los profesionales y entidades en el entendimiento de que tales actuaciones conducirán a la formación de una corriente de pensamiento y de especialista en Salud Pública y Administración Sanitaria, así como en la promoción de la colaboración y el intercambio científico y técnico a nivel nacional e internacional.
Como dice uno de sus objetivos fundacionales “se trata de contribuir a la generación y transferencia del conocimiento científico en el ámbito de la salud en todas las políticas, identificando las necesidades existentes, los factores que determinan la salud, el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía, así como, la calidad y eficiencia de los sistemas de salud, en aras de mejorar el impacto en salud y el impacto social(...)”
Desde su creación, y tal como lo recogen sus estatutos, la Escuela Andaluza de Salud Publica tendrá su domicilio en Granada.
Desde la llegada al Gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, con el apoyo parlamentario de VOX, el proyecto y los objetivos fundacionales de la Escuela se están viendo en constante peligro. Su propia existencia se está poniendo en tela de juicio.
A finales de diciembre del año pasado, ya se perfilaron las intenciones del Gobierno de Juanma Moreno de cara a su upresión, mediante la disolución de la Escuela y la creación de un Instituto Andaluz de Salud, con sede en Sevilla. En aquel momento, y tras una importante presión ciudadana, el 6 de febrero de 2020 el Pleno del Parlamento de Andalucía aprobaba por unanimidad “instar al Consejo de Gobierno a garantizar que la sede de la Escuela Andaluza de Salud Publica (EASP) siga siendo la ciudad de Granada”. Aquella Proposición No de Ley presentada por el Grupo Socialista incluía, además, “instar a la Junta a garantizar que la EASP siga manteniendo su identidad, con las características normativas, orgánicas y funcionales actuales”. Estas ultimas consideraciones, aunque fueron aprobadas, contó con el voto en contra de VOX, y la abstención del Partido Popular y Ciudadanos.
Un año después, encontramos la explicación de aquella abstención del bipartito de la Junta de Andalucía, del mismo color político del que sostiene la “inestable” situación de la Corporación municipal en Granada. El gobierno de la Junta sigue con sus intensiones de disolver la Escuela Andaluza de Salud Publica mediante la creación de un Instituto con sede en Sevilla. En un solo acto tres ataques evidentes: el primero a la Salud Publica, el segundo a Granada, y el tercero a los más muchísimos profesionales que prestan sus servicios en la citada entidad.
En un momento en el que existe una petición unánime en todos los sectores como es el fortalecimiento de la Salud Publica, no tiene sentido que el Gobierno de la Junta vuelva a la carga con una remodelación que a buen seguro irá contra la idea de servicio público. No tiene sentido que cuando todos estamos insistiendo en la necesidad de invertir más en la investigación, algunos estén pensando en realizar cambios estructurales en lugar de fomentar y apoyar aquello que está funcionando más que bien, y que tiene un prestigio internacional más que reconocido. E insisto que no tiene explicación más aún en estos momentos tan necesitados de profesionales con solvencia que trabajen, estudien y profundicen en las necesidades que desgraciadamente se nos están viniendo encima con la pandemia.
La Escuela Andaluza de Salud Publica (basta ver los proyectos y actuaciones que ha llevado a cabo desde su fundación) ha conseguido convertirse en uno de los referentes mundiales en el ámbito de la Salud Publica. Ahora, y como consecuencia del Covid 19, es un referente en la formación de profesionales. Según los datos, que son públicos, ha participado en la formación de más de 5000 profesionales de Andalucía y otras comunidades autónomas en epidemiología; a más de 11.000 profesionales del ámbito de Residencias de Mayores y otros Centros Socio Sanitarios; en el 2020 ha formado a más de 30.000 alumnos; ha desarrollado 63 jornadas científicas on line con más de 9000 asistentes, y muchos más que sería muy extenso detallarlos.
Lo cierto es que el gobierno de la Junta parece que tiene un objetivo meridianamente claro: dilapidar un proyecto que es todo un referente en Salud Publica. Y es que todo lo que suene a publico en cualquiera de los ambitos, a la derecha le suena mal; y si ademas estamos hablando de salud, mucho más. Basta ver los procesos de privatización de la Comunidad de Madrid.
La manera “chusca”, introduciendo un folio en el informe de una Consultora, pretendiendo con ello justificar y motivar la disolución de la Escuela es la clara demostración de las intenciones de fondo que mantiene el gobierno de la Junta.
Hace ahora justo un año, la presión de la ciudadanía y la labor parlamentaria a iniciativa del PSOE, logró frenar la disolución de la EASP. Ahora, en plena pandemia, se vuelve a poner encima de la mesa prácticamente la misma idea cuestionando claramente el proyecto y las señas de identidad de Granada, a lo que no podemos quedarnos mirando pasivamente.