viernes 29 marzo
Opinión  |   |

Pacto por Granada

Estamos viviendo una situación excepcional. Una auténtica catástrofe. A la crisis sanitaria, que se está llevando por delante muchas vidas y produciendo enorme dolor y sufrimiento, le sigue una enorme crisis económica y social. Una calamidad que hundirá sus efectos en el tiempo y que vamos a sufrir como personas y como sociedad durante años. No es una guerra, por mucho que se esté utilizando esta metáfora, pero los daños no serán menores.

Todos somos conscientes de que estamos viviendo un acontecimiento histórico pero del que aún tenemos que escribir su final. Sabemos que queda mucho por hacer y que no hay tiempo para entretenernos en minucias. Desgraciadamente nadie ha sido capaz de anticipar lo que iba a suceder y mucho menos prepararse para afrontarlo. No había manuales a los que acudir para saber qué hacer o cómo afrontar esta crisis universal. A posteriori nadie se equivoca, pero si revisamos las hemerotecas nadie acertó a prever nada.

En situaciones así la sociedad responde con altas dosis de unidad, empatía y solidaridad. Y las estamos viendo. Aunque pueda haber excepciones, éstas siempre serán minoría, por muy molesta, antipáticas e incluso dañinas que puedan resultar. En circunstancias límite la sociedad también genera sus propios héroes, y en este momento todos sabemos quiénes son. Ante acontecimientos de este calibre es cuando más se necesitan liderazgos sólidos, reales, prácticos, no de fachada. No será líder el que se autonombre como tal sino aquel a quien la gente, espontáneamente, designe como referente porque se gane ese mérito. Los ciudadanos precisamos y reclamamos que quienes estén al frente de la gestión de la tragedia sean capaces de mantener la sangre fría y la inteligencia necesarias para afrontarla con determinación. Una crisis que afecta a todos sólo puede ser superada de forma colectiva.

El grupo municipal de Podemos-IU en el ayuntamiento de Granada ha propuesto un Pacto por Granada. Creo que ha sido una decisión valiente, no exenta de riesgos, pero acorde con la gravedad de la situación. Ya se han hecho propuestas de Pacto desde el gobierno central y también desde el gobierno andaluz. Pero en Granada ha tenido que ser el cuarto grupo político en número de votos y concejales el que asuma esta iniciativa. Por eso tiene más valor aún, porque lo promueve quien menos tiene que ganar de un pacto de estas características.

Parece que finalmente la idea va a ser aceptada por el resto de grupos municipales y en el día de hoy se celebra el pleno del Ayuntamiento en el que se oficializará la puesta en marcha del Pacto por la ciudad. Ojalá que haya consenso en esta decisión. Y ojalá que después se pueda definir y concretar ese pacto y llevarlo a cabo, con la participación de la sociedad civil y todas sus organizaciones. Porque lo que está en juego ahora mismo no es quién ganará las próximas elecciones locales sino cómo se ayuda, se protege y se cuida a esta ciudad y a sus habitantes.

Ya éramos un municipio con elevados índices de pobreza y vulnerabilidad social. Pero en esta crisis serán muchas más las personas y familias que hasta ahora se consideraban en cierta situación de confortabilidad y seguridad y que de la noche a la mañana sufrirán los efectos demoledores de esta combinación de crisis. Personas que perderán sus empleos o sus ingresos, los pequeños negocios que heredaron de sus padres o pusieron en pie con mucho esfuerzo, coraje y dedicación. Serán muchas las personas y familias que jamás pensaron que podrían ser demandantes de solidaridad pero que la van a necesitar. De esta sólo salimos todos juntos. Sin dejar a nadie atrás. Con el esfuerzo conjunto de toda la sociedad granadina.

Para mayor desgracia esta enorme crisis coge a nuestro ayuntamiento en la ruina, con 58 millones (cifra aún no oficial) de déficit, lo que incrementa las dificultades porque limita aún más las posibilidades de acción de la institución municipal. En otras ocasiones que he hablado de la situación financiera del Ayuntamiento he aludido a que la misma tiene responsables, con nombres y apellidos, tanto de partidos como de políticos concretos, pero creo que ahora no toca tanto hacer reproches como arrimar el hombro.

Espero y deseo que en el pleno municipal de hoy nuestros ediles sepan estar a la altura de las necesidades y demandas de la gente. Que por una vez dejen atrás la crispación, los debates vacíos o el “postureo” que tantas veces les reprochamos las gentes de a pie y sepan ponerse de acuerdo en lo importante, de forma que, sin renunciar a sus legítimas diferencias ideológicas y políticas, sean capaces de buscar los puntos en común suficientes para afrontar las necesidades de la ciudad y los granadinos y granadinas.

Si no lo hacen estoy seguro de que la historia y las gentes de Granada los juzgaremos y pondremos a cada cual en el sitio que les corresponda.

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Columnista
Miguel Martín Velázquez

Portavoz de Podemos Granada

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