viernes 26 abril
Opinión  |   |

Tren Metropolitano de Granada

Tras un nuevo retraso, nos emplazan hasta el mes de mayo para la entrada en servicio del Metro de Granada.

Recuerdo que fue el año 2007 cuando se iniciaron las obras, que nos han tenido a todos desconcertados durante diez años. Obras interminables. Enfrentamientos entre administraciones. Políticos, que no están a la altura, como casi siempre. Pero al fin, parece, que ahora que nos habíamos acostumbrado a las obras, estás se han terminado y tendremos metro.

Un Metro que por tramos a veces será metro y a veces tranvía. Pero eso es lo de menos. Lo realmente trascendente es que se trata de un transporte muy deseado del que se esperan soluciones al tráfico en la capital y su Área Metropolitana.

De lo que se sabe sobre su funcionamiento, es el precio de su billete, que no va a ser caro, su itinerario, no hay más que seguir las vías. Sobre su horario sabemos que será bastante amplio, de 6:00 de la mañana a 2:00 de la madrugada. Y tenemos una estimación de la duración de los trayectos. Prácticamente una hora entre Armilla y Albolote. En cuanto a su frecuencia será variable, aunque estará entre 10 y 15 minutos de forma habitual.

También sabemos que será accesible, que permitirá entrar en él con bicicleta, que estará climatizado, videovigilado, y que cada tren tendrá una capacidad de unos 200 pasajeros.

Podríamos señalar cómo no, su función social, pues serán hasta 300 trabajadores directos los que se beneficien de este transporte, que ya de partida se convierte un motor de empleo, por sí solo.
Pero ahora llegan los matices. No hay ningún tipo de acuerdo para realizar transbordos entre los autobuses urbanos de Granada, o los interurbanos de los pueblos cercanos y el propio metro. Cuando son miles, los futuros pasajeros que deberán usar ambos servicios. Esta reclamación no es mía pues ya la hizo hace unos días el Alcalde de Granada.

La segunda cuestión relevante pasa por un futuro, que esperemos sea cercano, en el tiempo. Para un vecino de La Zubia, o de Ogíjares, de Peligros, o de Vegas del Genil, ¿qué utilidad tiene el metro?
Tal y como está planteado actualmente ninguna.

No voy a volverme loco y pedir líneas del Metro hacia todas partes, entre otras cosas, porque si hemos tardado diez años en instalar la línea principal, posiblemente mis nietos, verían las siguientes.

Pero no sería mala idea sentarse con el Consorcio Metropolitano de Transportes y trazar nuevas líneas de autobuses, tanto urbanos como interurbanos, que permitan acercar a los vecinos de aquellos pueblos que no van a disfrutar de la cercanía del metro, hasta alguna parada del mismo.

Eso sin olvidar la posibilidad de futuras ampliaciones de líneas.

Y a poder ser, con unos precios por transbordo más asequibles de lo que está previsto a día de hoy, que como se ha dicho, es nada.

Si ya conseguimos unificar en una única tarjeta todo el transporte público, metro y autobuses por ahora, sería un rotundo éxito.

El metro, para poder dar las soluciones que de él se esperan deberá ser accesible, cercano, barato y rápido. Si no consigue tener esas características, esta inversión no habrá merecido la pena.

Gustavo García
Historiador y escritor

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