Un circo de tres pistas
Este comienzo de año se presenta bastante movido en el Granada CF. Tres frentes abiertos a nivel deportivo, tres focos con problemáticas distintas pero relacionadas entre sí, necesitan atención sin descuidar ninguno de ellos. De ello depende el futuro deportivo de la entidad a corto y medio plazo. Quizás en el presente inmediato no se perciban las consecuencias de ignorar alguno de estos aspectos, pero fallar en uno solo podría afectar seriamente a los demás.
Por un lado, está el mercado de invierno, que comenzó hace algo más de una semana. Las carencias detectadas en el equipo desde verano se han ido haciendo más evidentes con el transcurso de la competición. Los extremos, un problema que ya se intuía en los primeros amistosos de pretemporada, se han convertido en el principal déficit de la planificación deportiva de esta campaña. Ni los futbolistas que permanecieron de la temporada anterior, ni los incorporados desde el filial o mediante fichajes, han logrado paliar esta evidente carencia.
Solo la irrupción de Rodelas, determinante cuando ha participado con el primer equipo, ha dado algo de respiro a Fran Escribá desde esa posición. Aunque la plantilla tiene otros defectos, el más evidente, y quizá el único que se pueda resolver con las limitaciones del mercado actual, es este. Sin embargo, acertar con las incorporaciones es otro cantar. Confiar en un director deportivo que acumula más errores que aciertos parece un acto de fe. Al menos, cabe esperar que esta vez la moneda caiga del lado correcto.
No menos preocupante es la situación del Recreativo Granada. Empezó la temporada ofreciendo buenas sensaciones, pero las necesidades del primer equipo, que han requerido las apariciones de Óscar, el ya mencionado Rodelas y Juanma, han debilitado mucho al Recreativo. A esto se suman decisiones deportivas que resultan difícilmente comprensibles, lo que ha llevado al filial a ocupar posiciones de descenso a Tercera RFEF, algo inadmisible bajo cualquier circunstancia. Si ya es complicado confiar en Matteo Tognozzi, más lo es entender por qué no se han tomado medidas para corregir el rumbo errático de la cantera.
Es cierto que en las últimas dos temporadas hemos visto la aparición de futbolistas con gran proyección. Especialmente sangrante son los casos de Samu y Bryan, a los que casi no hemos podido disfrutar y que ya han podido incluso debutar con la Selección Española. No obstante, estos resultados son fruto del trabajo realizado en años anteriores, un esfuerzo que costó mucho consolidar y que tuvo como responsables a personas que en algunos casos ya no están en el club, algo difícil de justificar. Vivir de las rentas del trabajo ajeno tiene un límite, y ahora sería el momento de sembrar para recoger frutos en el futuro. Sin embargo, será complicado alcanzar este objetivo si se continúa descuidando el trabajo con los jugadores del Recreativo o las categorías inferiores.
En la tercera pista de este circo, ha surgido en las últimas horas una noticia que ha hecho temblar a buena parte del granadinismo. Según avanzó el periodista Rafael Lamelas, Uzuni ha sido tentado por el Austin FC para incorporarse a sus filas. Las cifras que se manejan son muy atractivas para el jugador, quien vería duplicados sus ingresos actuales. Uzuni y su entorno, que ven cómo otros futbolistas con menor rendimiento reciben más ‘cariño’ por parte del club, reclaman una mejora en sus condiciones. Mientras muchos temen perder a su principal estrella, el jugador podría no tener tanto reparo en ‘volar’ como algunos piensan.
El mercado de invierno, la gestión del filial y la problemática surgida en torno a Uzuni. Tres frentes abiertos que marcarán el devenir del Granada CF en los próximos meses. Tres desafíos que requieren una gestión impecable. Y la única duda que me asalta es: ¿Tiene el Granada CF y sus dirigentes la capacidad y el margen de maniobra para poder gestionarlos de manera exitosa sin tener que renunciar a alguno de los tres?
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