sábado 20 abril
Opinión  |   |

Un nuevo proyecto de ciudad

En los últimos 20 años, si algo ha quedado claro en Granada, es que las “propuestas estrella” que ha hecho el Partido Popular han significado una ruina para la ciudad, de ahí, los 300 millones de deuda generados en el Ayuntamiento. Esa deuda, significa que los ciudadanos granadinos pagamos 87.000 € diarios de intereses a la banca, sin embargo, siguen insistiendo en la fórmula de siempre, ahora dicen que van a construir un túnel que una a la ciudad de norte a sur, pero sin aclarar como se va a financiar dicha “obra faraónica”. La cultura del pelotazo.

No obstante lo anterior, la confluencia ciudadana que ha impulsado Unidas Podemos, sí que presenta un nuevo modelo económico para la ciudad, que pasa por el saneamiento honrado de las cuentas públicas municipales (imprescindible), la transparencia en la gestión y la participación ciudadana en la elaboración de unos presupuestos municipales que en el medio plazo saquen a Granada del pozo, acabando con la corrupción política que tanto ha beneficiado a unos pocos bolsillos, pero que también ha significado el encausamiento penal de casi todo el grupo municipal del Partido Popular, presidido por Sebastián Pérez, por cierto, candidato a la Alcaldía. Quiere volver el zorro a cuidar la granja.

El municipio es el espacio más cercano a la ciudadanía, a través del mismo, recibe los servicios públicos a los que tiene derecho, para asegurarlo, es imprescindible una financiación suficiente y sostenible, de ruptura con la especulación urbanística, al tiempo que, la economía local no sea exclusivamente dependiente del turismo, cuyo modelo actual sienta sus bases en puro mercantilismo, por lo que, habrá que gestionar los recursos locales en provecho de la ciudad y de las personas que habitamos en ella, desarrollando políticas tributarias progresivas, que promuevan una calidad de vida digna en un entorno medio ambiental saludable.

El Ayuntamiento debe impulsar las capacidades productivas y el empleo de proximidad, poniendo en común sus recursos con los municipios del Área Metropolitana, reorganizando la economía local, eliminando intermediarios, acercando los procesos productivos al consumo, con apoyo decidido al pequeño comercio. Es decir, el Ayuntamiento debe ser un medio para canalizar los recursos de la ciudad, naturales, culturales, humanos y productivos hacia la creación de riqueza y empleo local no precarizado.

La propuesta que hacemos a Granada, incluye, crear ciudadanía participativa, hacer ciudad democrática, construyendo espacios de interacción e integración social, posibilitando un uso diferenciado pero interrelacionado con unas políticas locales que hagan entenderse a las actividades laborales, comerciales, deportivas, ocio, cultura, etc. Esto es, así mismo, un modelo de planificación territorial que conecte la comunicación y la participación social, la calidad de vida y un medioambiente saludable, reforzando así los vínculos entre las personas que vivimos en la ciudad, compartiendo espacios, elevando la calidad de vida, o sea, una Granada de la vida y no de la mercancía, esto es, que frente al modelo de la especulación y el pelotazo que preconiza el Partido Popular, apostamos por una ciudad cohesionada, con barrios autosuficientes, bien comunicados, con anillos, pasillos y espacios verdes.

Queremos construir, una ciudad que no esté gobernada por el interés individual de promotores y fondos de inversión que compran pisos que luego convierten en turísticos, ajenos al control de legalidad, lo que afecta, con gravedad, a nuestro sector de la Hostelería y provoca una inaceptable precarización de las relaciones laborales. Tampoco se trata de enfrentar los intereses particulares a los colectivos, sino que la actividad económica de la propiedad sea incluyente y no excluyente. Por otro lado, no hay prueba alguna que demuestre que la actividad privada sea más eficiente que la pública en la provisión de servicios públicos básicos municipales, me refiero, por ejemplo, al suministro de agua, la retirada de basuras, la limpieza de las calles, los servicios destinados a asegurar la movilidad, deben ser propiedad del municipio y estar fuera del alcance del mercado y de grupos privados que financian el clientelismo municipal de algunos partidos.

Las próximas elecciones municipales deben marcar un antes y un después. El Partido Popular, en el fondo, lo que pretende es socavar la autonomía municipal, las competencias locales y erosionar la democracia local, para que no ocurra esto, no pueden volver al gobierno local quienes han quebrado a Granada.

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Columnista
Salvador Soler

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