La alfombra de gala del arzobispo del Cuzco vuelve a 'relumbrar' en la iglesia de Víznar
Ha sido restaurada por los alumnos del curso de ‘Asistencia a la Conservación y Restauración de Tapices y Alfombras’ del Centro Albayzín
La alfombra de gala de Juan Manuel de Moscoso, obispo del Cuzco (Perú) y arzobispo de Granada en el siglo XVIII, volverá a ser testigo de las ceremonias religiosas más importantes de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en el municipio metropolitano de Víznar, gracias a la intervención de un grupo de alumnos del Centro Albayzín.
La iglesia de Víznar recupera así dos importantes obras de arte que no habían salido del templo en más de dos siglos de historia. La primera, la alfombra de gala donada a la parroquia por el arzobispo del Cuzco, una pieza que data de finales del siglo XVIII y que estaba muy deteriorada por el uso y por el paso del tiempo.
Utilizada en las ceremonias importantes y situada bajo el altar, la alfombra, de tres por siete metros, ha sido restaurada por los alumnos del curso de ‘Asistencia a la Conservación y Restauración de Tapices y Alfombras’ del Centro Albayzín bajo la dirección de la docente del curso, Teresa del Pino, y la jefa de estudios de la escuela del SAE, Susana Rodríguez. Ejecutada en cuatro bandas unidas entre sí -lo que lleva a pensar que se hizo en telares pequeños- y teñida con tintes naturales, la pieza se encontraba “bastante estropeada con algunas roturas, manchas de cera y los colores desteñidos”, por lo que la intervención del alumnado del Centro Albayzín se ha centrado en la limpieza mecánica del tejido -aspirando ambas caras de la alfombra-, así como en la limpieza de cera aplicando calor controlado y papel secante o el refuerzo del reverso de la misma para evitar futuros desperfectos, ya que se seguirá utilizando en la parroquia.
El delegado territorial de Empleo de la Junta y director provincial del SAE, José Javier Martín, acompañado por la diputada de Cultura, Pilar Caracuel, los vecinos y feligreses de Víznar en un acto organizado por el párroco del pueblo, David Cuerva, ha alabado el “resultado y el trabajo tan minucioso" de los alumnos que han participado en la intervención.
La actuación ha durado cuatro meses y medio y forma parte del plan de estudios de la escuela, que contempla prácticas para que “nuestro alumnos salgan preparados para actuar sobre piezas reales con total profesionalidad". "De hecho, ya hay dos alumnas aplicando los conocimientos aprendidos en una empresa de Málaga especializada en la restauración de tejidos, lo que demuestra que sigue habiendo demanda de trabajadores formados en estos oficios tan delicados”, ha detallado.
Compromiso con la conservación
El alumnado del Centro Albayzín ha completado su formación práctica con otras actuaciones sobre piezas reales, como la reparación de tres alfombras y un tapiz de la Subdelegación del Gobierno central en Granada y otras cuatro piezas de la Abadía del Sacromonte, todas realizadas “con sumo cuidado en los talleres de nuestra escuela, lo que demuestra nuestro compromiso con la conservación del patrimonio granadino”, ha precisado Martín Cañizares.
La segunda pieza que han recuperado este miércoles los feligreses de Víznar ha sido un lienzo que pasó del Palacio del Cuzco a la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar a finales del s. XVIII, según fuentes eclesiásticas. Se trata de un retrato de Santa Rosa de Lima, cuya restauración ha financiado la Diputación de Granada con 1.200 euros.
En opinión de la diputada de Cultura, Pilar Caracuel, "es fundamental cuidar y mantener el patrimonio de nuestra provincia y, en este caso, una pieza de tanto valor histórico y, cómo no, sentimental para los vecinos del municipio de Víznar. Es indiscutible que las instituciones públicas tienen que apostar por este tipo de actuaciones que mantienen vivo el pasado de un territorio para que perdure en el futuro".
En julio de 2014, la Junta de Andalucía declaró la iglesia de Víznar Bien de Interés Cultural (BIC). El templo, construido entre 1530 y 1541 tras la reconquista cristiana del reino de Granada, destaca por poseer una valiosa colección de obras de arte renacentistas y barrocas, entre las que se encuentran las piezas que a partir de hoy podrán volver a disfrutar los vecinos del pueblo durante sus actos religiosos.
