domingo 28 abril
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La cantera musical de Granada devuelve su esencia a Sierra Nevada por todo lo Alto

El festival ha propiciado uno de los índices de ocupación más altos en los alojamientos abiertos en verano en la estación

PeloMono, durante su actuación. Foto: JM Grimaldi

La estación de esquí y montaña de Sierra Nevada ha recuperado la esencia más genuina del festival de rock Sierra Nevada por todo lo Alto, tras un año de suspensión por la pandemia, con la aportación del filón infinito, en número de grupos y variedad de estilos, de la cantera musical de Granada.

A 2.100 metros de altitud, en la plaza de Andalucía de Pradollano, varios centenares de seguidores han disfrutado de dos jornadas de pop, rock y blues de alto nivel, en una conjunción de música, montaña y agradable temperatura que ha propiciado uno de los índices de ocupación más altos en los establecimientos de alojamientos abiertos en verano en Sierra Nevada.

La primera jornada arrancó con el blues de PeloMono. El dúo de guitarra y batería -banda alternativa de Perico de Dios (Guadalupe Plata)- se bastó para inundar con sonidos pantanosos el patio de butacas de la plaza de Andalucía y poner rumbo a una de las bandas cuyo paso por el festival será difícil de olvidar: Unidad y Armonía.

En el proyecto liderado por Miguel Martín (Migueline) confluyen músicos procedentes de las mejores bandas de Granada y el resultado es un pop poderoso, elegante, de grandes canciones, que hacen honor al nombre del grupo.

Colectivo da Silva, una de las ultimas y más sonadas apariciones en la escena musical granadina, disparó los decibelios en la plaza de Andalucía, y también la diversión. El ‘Colectivo’ (son siete músicos) arrastra un buen número de seguidores allá donde van. Fue el momento más divertido de la noche con un sonido a ratos pop, a ratos psicodélico, siempre de alta calidad.

El punk rock de los granadinos Uralita avanzó antes de que cayera la noche en Pradollano que la segunda jornada del festival no iba a desmerecer a la primera. La contundencia de Uralita puso los cimientos para la llegada de uno de los momentos esperados del festival: la actuación de Mama’ Baker.

Aunque se prodiga poco, la ya legendaria banda granadina, germen a su vez de otros relevantes grupos locales (Niños Mutantes), nunca defrauda y más cuando suenan algunas de las canciones que fueron referencia en Granada en los primeros años 90. Mama’ Baker arrastra seguidores de aquellos años y la noche del sábado se hicieron notar en la plaza de Andalucía.

La leyenda de Pájaro, el grupo de Andrés Herrera Ruiz, cerró la noche y la undécima edición del festival de Sierra Nevada. El músico sevillano es historia viva del rock en Andalucía (fue miembro de Silvio, entre otros). Anoche, especialmente en la fase instrumental del recital, Pájaro demostró su condición de cabeza de cartel de un festival que quedó formalmente reactivado para próximas ediciones. La versión de “A galopar” de Paco Ibañéz fue el colofón del certamen.

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