sábado 4 mayo
Universidad de Granada  |   | EFE

Una estudiante de la UGR denuncia acoso durante su discurso tras recibir un premio

La joven ha sostenido que "el esfuerzo" de la Universidad de Granada por "resolver y prevenir" estos casos "es insuficiente"

Noelia Pérez Cámara, una estudiante que ha recogido este jueves un premio del Consejo Social de la Universidad de Granada por su trayectoria, ha denunciado en su discurso el que considera "insuficiente" esfuerzo por parte de la institución académica frente a un supuesto caso de abuso sexual del que dice ser víctima.

Durante el acto de entrega de los premios de reconocimiento al talento del estudiantado para iniciación a la investigación, que ha acogido la Sala Máxima del Espacio V Centenario, la estudiante de Doctorado ha aprovechado para "poner sobre la mesa" la violencia que sufren las mujeres en la universidad por casos de acoso psicológico o sexual.

"No somos números, somos personas con nombre, con apellido, con trabajo y cuya salud mental se ve gravemente perjudicada. A día de hoy, el esfuerzo de la Universidad de Granada por resolver y prevenir estos casos considero que es insuficiente", ha expuesto Pérez Cámara.

Al respecto, ha detallado que, en su caso particular, han pasado diez meses desde que puso una denuncia y ha lamentado que todavía no se haya resuelto nada: "Lo que me obliga a ir a trabajar cada día con mi contrato FPU (Formación del Profesorado Universitario) al lugar donde trabaja la persona denunciada, sin ningún tipo de medida de protección, a pesar de que esta persona cuenta con cuatro denuncias por acoso sexual", ha expuesto.

La galardonada ha indicado también que le gustaría haber comentado su caso con el Rectorado de la Universidad, pero que sus solicitudes para mantener una reunión han sido "ignoradas".

"Me gustaría que nos esforzáramos también por reducir los casos de acoso en nuestra universidad. Porque para hacer ciencia necesitamos espacios seguros", ha advertido la estudiante, que ha sido igualmente crítica con la "poca sensibilidad" por parte de trabajadores que están en primera línea atendiendo a las víctimas.

"Estos casos son intolerables y no debemos mirar a otro lado o quedarnos en silencio, porque en problemas sociales como estos el silencio nos hace cómplices", ha concluido.

Durante el mismo acto en que se ha denunciado de forma pública este supuesto caso de abuso sexual, la rectora de la Universidad, Pilar Aranda, ha indicado que la "capacidad de crítica" debe de prevalecer siempre sobre todas las actitudes, y también la de "autocrítica".

"Somos un sistema garantista, donde se aplica la ley, no somos una república bananera. La normativa está para cumplirla y sigue unos procedimientos (...) que requieren cumplir unos determinados plazos. En ese sentido, podéis estar totalmente tranquilos, que en esta universidad se cumple perfectamente con la ley", ha sentenciado Aranda, quien no ha mencionado expresamente el caso de la estudiante. 

Un procedimiento de información reservada

 Por su parte, la Universidad de Granada (UGR) ha informado de un proceso sancionador "en curso" a raíz de la denuncia de acoso sexual de una estudiante de la Facultad de Psicología, y ha asegurado que es la principal interesada en que, de demostrarse cierta, se sancionen las conductas de este tipo cometidas por cualquier miembro de la comunidad universitaria.

Según han informado fuentes del Rectorado de la institución académica, los hechos denunciados ante la universidad se han abordado de acuerdo a lo previsto en la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

Por ello, una vez trasladada la denuncia a los órganos competentes, la universidad inició las actuaciones previstas, entre las que se encuentran establecer las medidas oportunas para evitar el contacto entre la parte denunciante y la denunciada, oír a ambas y recabar la información necesaria para proceder a esclarecer los hechos.

Como resultado, se inició un procedimiento de información reservada para valorar si en el contenido de la denuncia concurrían indicios que pudieran resultar en una infracción disciplinaria.

Finalmente, tras la valoración de dicho informe, se procedió a la apertura de un expediente disciplinario el pasado noviembre.

Según la UGR, la instrucción de dicho expediente se está llevando a cabo de acuerdo al procedimiento que marca la ley, tanto por el Estatuto Básico del Empleado Público, como por el Reglamento de Régimen Disciplinario de los Funcionarios Públicos.

Dicho procedimiento de instrucción conlleva elementos como la práctica de diligencias, la formulación de un pliego de cargos, plazos de alegaciones, pruebas que puede solicitar la persona expedientada, práctica de prueba, propuestas de resolución, nuevo plazo de alegaciones y, por último, la correspondiente resolución.

"La ley obliga a seguir un procedimiento garantista, que conlleva el empleo del tiempo necesario para su consecución, dentro del plazo que la ley establece para ello", ha aclarado la universidad, que defiende que el proceso debe preservar todas las garantías previstas en la ley.

Además de las actuaciones correspondientes a los distintos órganos implicados, en este caso concreto la rectora, Pilar Aranda, atendió a la estudiante en cuanto tuvo conocimiento de la denuncia, y mantuvo diferentes conversaciones con el decano de la Facultad de Psicología.

La denunciante también ha sido atendida por parte de los órganos correspondientes, una vez iniciado el proceso sancionador en curso, en todas aquellas ocasiones en las que esta ha solicitado información al respecto, ha aclarado la UGR.

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