Aparente tranquilidad pero caras largas tras la debacle en Eibar
Sandoval apenas dio indicaciones a los jugadores que saltaron al terreno de juego, suplentes y los que jugaron menos minutos en Ipurúa
Entrenamiento del Granada CF tras la derrota en Ipurúa. Foto: M.J. Ramírez
La expedición del Granada CF ha vuelto a la ciudad granadina este martes por la mañana después de haberse quedado en tierras vascas tras el partido contra el Eibar, en el que perdió por una dolorosa goleada por 5-1. Los jugadores del conjunto rojiblanco y el cuerpo técnico han acudido a la Ciudad Deportiva pasadas las 12 horas de la mañana para realizar la habitual sesión de entrenamiento tras un partido. Con aparente tranquilidad pero con caras largas han llegado los jugadores, el cuerpo técnico y el resto de personal del club. Entre los futbolistas destacaba Diego Mainz, pues llevaba un collarín ya que tiene algunos problemas cervicales como consecuencia del pelotazo que recibió en la cara en un despeje de Lombán, que le dejó algo conmocionado y no pudo terminar el partido.
Peñaranda y Mainz, con problemas
Tanto el joven delantero como el central sufrieron en Ipurúa problemas físicos. Peñaranda tuvo que retirarse lesionado y ser sustituido por Miguel Lopes. El jugador será objeto de más pruebas médicas este miércoles pero, en principio, la primera exploración que se le ha realizado ha determinado que padece una elongación o una pequeña rotura en el abductor, según fuentes del club. Por otro lado, Diego Mainz sufre un latigazo cervical como consecuencia del balonazo involuntario que recibió en la cara en un despeje de Lombán, lo que ha provocado que tenga que llevar collarín
Al césped han saltado los jugadores que no participaron en el partido y los que no completaron el encuentro como fue el caso de Rubén Pérez, Uche, Fran Rico, El Arabi y Miguel Lopes. Esto han acompañado, por tanto, a Rochina, Rober Ibáñez, Salva Ruiz, Neuton, Doria, Babin, Piti, Kelava y Thievy, a quien Sandoval dio un cariñoso abrazo nada más llegar a la Ciudad Deportiva, cuando se lo encontró en la puerta de entrada a la misma mientras el franco-congoleño hablaba por teléfono.
La sesión ha estado dirigida por los preparadores físicos del club y Sandoval apenas ha intervenido. Al inicio de la misma, charló un rato con Rubén Pérez y después se limitó a mirar cómo se ejercitaban sus jugadores. Solo al final de la misma, ya durante los estiramientos, el técnico charló algo más con sus futbolistas, especialmente con Kelava, quien sacó una sonrisa al míster en un día complicado para él.
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