jueves 2 mayo
Semana Santa de Granada  |   | Luis F. Ruiz

La ilusión pierde el pulso ante la lluvia

Los pronósticos se cumplieron y ninguna hermandad pudo completar su estación de penitencia hasta la Catedral · El Cautivo reunió a miles de personas que abarrotaron la ciudad · Multitud para ver de cerca a Borriquilla, Maravillas, Santa Cena y Despojado

El estreno de la Semana Santa de Granada no ha sido el esperado por todos los cofrades. La lluvia fue la clara vencedora del pulso que le plantó la ilusión del primer día, en el que solo una de las cinco hermandes se atrevió a salir a las calles de la capital, pero cuando la noche caía los pronósticos se cumplieron y ello rompió con las opciones de disfrutar de una pequeña dosis del Domingo de Ramos.

Las juntas de gobierno o cabildos que se reunieron este primer día tuvieron que afrontar la siempre difícil decisión de qué hacer, si ponerse en la calle o no. Esta determinación, siempre desde la responsabilidad, ha demostrado una vez más este año la madurez con las que las hermandades afrontan estos momentos difíciles. La experiencia es un grado.

Las lágrimas no pudieron contenerse en San Andrés. Foto: Luis F. Ruiz

La compleja decisión en la primera

La jornada comenzó como manda la tradición pendientes de La Borriquilla en la Iglesia de San Andrés, donde la calle Elvira es capaz de reunir a centenares de personas en un espacio tan pequeño dispuestas a disfrutar de la primera hermandad en las calles, pero esta vez no fue así.

Las ganas que había para la salida de la hermandad no pudieron con la realidad abismal que suponían los pronósticos a las 16.00 horas y eso que luego no fueron tales, pero si algo no tienen las hermandades es capacidad de adivinar qué va a pasar, por mucho parte meteorológico que se preste.

De este modo, el hermano mayor de la cofradía, José Antonio Gámiz, fue el encargado de trasladar la triste y responsable noticia. El Cabildo había determinado suspender la estación de penitencia, pese a que esa hora el sol intentaba ganar la partida, pero desde las 18.00 horas manejaban pronósticos nada halagüeños que obligaban a posponer un año la salida de la cofradía el Domingo de Ramos.

La emoción fue notable en Santo Domingo. Foto: Blanca Rodríguez

Demora en los horarios sin éxito

A las 18.00 horas debían ponerse en las calles dos hermandades que, sin éxito, trataron de posponer sus salidas y determinaron su suspensión de estación de penitencia en las calles de Granada.

Por un lado, la Santa Cena, cuyo cabildo tuvo en consideración los partes meteorológicos que a la hora en la que caía el agua de forma insistente hubiera estado en la Gran Vía, por lo que cuando vieron la lluvia de noche sintieron alivio por la determinación adoptada.

Por unanimidad de los integrantes de la Junta de Gobierno se comunicó la suspensión de la estación de penitencia, pensando en el patrimonio humano y también en el artístico, sobre todo el recién restaurado palio de la Victoria, punto fácil de la posible lluvia de barro prevista para el Domingo de Ramos.

El retraso de media hora dado a sí mismos para la cofradía de Santo Domingo no evitó la difícil decisión de suspender la estación de penitencia. La jornada sirvió para disfrutar de los pasos y los hermanos de la cofradía en la Catedral del Realejo hasta las 22.00 horas.

Momentos difíciles en la Hermandad de la Sentencia, que fueron respaldados con aplausos por parte de los devotos. Foto: Blanca Rodríguez

Algo similar ocurrió en San Pedro y San Pablo, donde la Hermandad de la Sentencia también tuvo que determinar su suspensión de estación de penitencia en el año en que cumplen 80 años desde su fundación.

En todos los cabildos de las hermandades las determinaciones que se toman suelen tener en cuenta por encima de todo los partes meteorológicos, el riesgo que se afronta a la hora de ponerse en la calle y, sobre todo, las opciones de resguardarse en caso de que el aguacero aparezca.

Una de las cofradías que más complejo lo tiene en este sentido en el Domingo de Ramos es la cofradía del Bajo Albaicín, pues ya de por sí la Carrera del Darro implica de serias dificultades para hacer regresar a la cofradía.

Habrá que esperar un año más para ver al Despojado y a Dulce Nombre en las calles de Granada. Foto: Luis F. Ruiz

Suspensión desde el Barrio Fígares

La cuarta hermandad que suspendió su estación de penitencia fue la del Despojado, desde el Barrio Fígares, en donde la multitud se agolpaba poco antes de las 19.00 horas conscientes de que la determinación iba a ser la que finalmente fue.

La cofradía no demoró mucho su decisión y a las 19.00 horas ya se reunió la Junta de Gobierno para determinar su suspensión igualmente y, con posterioridad, poder abrir las puertas del templo para disfrutar de la hermandad de otra manera, en un habitáculo pequeño al que centenares se personas se acercaron para ver los pasos y el patrimonio de cerca.

La Encarnación, ante la Puerta que lleva su mismo nombre en la Catedral de Granada, poco después de su salida. Foto: Luis F. Ruiz

Toda la multitud para El Cautivo

La Hermandad del Cautivo, que estrenaba Junta de Gobierno, fue la que determinó en favor de realizar su estación de penitencia, este año marcada por su recorrido distinto que les impendía estar ante el Convento de la Encarnación y de forma inédita les hacía pasar tres veces por la Plaza de Las Pasiegas.

La cofradía fue posponiendo su decisión hasta que pasadas las 18.20 horas, no sin incertidumbre y con un juego de palabras que parecían conducir a lo contrario, su hermana mayor, Alejandra Cabrera, comunicó la decisión que fue recibida entre el júbilo de sus hermanos.

Si algo marcó el discurrir de la hermandad fue la multitud agolpada en las calles para presenciar el paso de su cortejo, pues reunió a todos los cofrades ansiosos de ver pasos en Granada este Domingo de Ramos. De este modo, se quedaron pequeñas vías amplias de la ciudad.

Tanto el Cautivo como la Encarnación ofrecieron momentos especiales ante la Hermandad del Rescate, cuyos integrantes aguardaban en las inmediaciones de la Plaza de Jesús del Rescate. La cofradía fue ganando calle hasta que poco antes de llegar a Carrera Oficial los pronósticos se cumplieron.

Así, la lluvia obligó a resguardar la imagen titular con un capote y después con unos plásticos, para, a paso mudá, trasladarse directamente al Sagrario sin entrar en la Catedral de Granada, pues el agua caía de forma insistente. Destacar el saber estar, pese a las prisas, de todo el cortejo en una jornada en la que la lluvia ganó la primera batalla a la ilusión y llenó de frustración los deseos de la Granada cofrade.

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada
Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=250475