La Junta se compromete a abordar el problema de la deuda con la Universidad
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, apuesta por la normalidad presupuestaria durante este nuevo curso académico
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, junto a la rectora de la UGR, Pilar Aranda, en el inicio del curso universitario. Foto: Javier Morales
La Junta de Andalucía se ha comprometido este lunes a abordar el problema de la deuda con la Universidad de Granada y el resto. Así lo ha explicado el consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, en el acto de inauguración del curso académico universitario.
De este modo, Ramírez de Arellano ha asegurado que mantendrá "el mismo espíritu reivindicativo" que tenía como rector porque los problemas presupuestarios "son igual de importantes que la deuda". "Lo primero es certificar y garantizar que las previsiones presupuestarias se van a cumplir en 2015, que la tesorería es suficiente para que las universidades funcionen con normalidad y estabilidad, así como que no haya problemas de pago a sus empleados y proveedores, y que, a medio o largo plazo, podamos centrarnos en recuperar la normalidad presupuestaria, definir un nuevo modelo de financiación y recuperar la normalidad en materia financiera", ha señalado el consejero.
Una normalidad que para Ramírez de Arellano está presidida por el cumplimiento de la previsión presupuestaria de este año y una tesorería para este año que tendrá que pasar por conocer los planes y los pagos de cada una de las universidades para permitir que cierren el ejercicio "en condiciones de normalidad". "Para el próximo año tenemos que volver a terminar la gestión que rodea la justificación de proyectos de investigación, recuperar la velocidad de crucero en materia de investigación y elaborar conjuntamente un modelo de financiación que esté adecuado por los nuevos tiempos", ha manifestado al tiempo que ha incidido en que los retos de la universidad y los retos que había en 2006 deben cambiarse. "La idea -ha añadido- es continuar un recorrido en el que el gasto en materia de formación superior e investigación sea homologable a las economías avanzadas, que se está situando en el 2% anual, según las agendas que manejamos".
Así, ha destacado que el Plan Andaluz de Investigación estará operativo a partir del 2016 para poder producir las bases y convocatorias adecuadas y, mientras tanto, "generar todos los elementos que permitan no pasar otro año en blanco en materia de investigación".
De igual forma, el consejero de Economía y Conocimiento ha hecho hincapié en la necesidad de defender las plantillas universitarias, a las que se ha referido como "el principal valor de las universidades".
Por su parte, la rectora de la UGR, Pilar Aranda, ha calificado de "ilusionante y apasionante" la inauguración de este nuevo curso en el que se empieza "a atisvar posibles soluciones" al estancamiento de plantillas. "Hay medidas como el desbloqueo de una reivindicación de las universidades en cuanto a la promoción interna del profesorado y la posibilidad de poder sacar ayudantes doctores por necesidades de investigación, algo muy interesante porque podría paliar esa pérdida de talento joven que sufre el sistema público universitario", ha precisado Aranda.
En este sentido, ha detallado que la Consejería acaba de autorizar una oferta de 80 plazas de ayudantes-doctor y próximamente saldrán en el BOJA para ponerse en marcha. Además, ha apuntado que se irá promocionando plantilla. "La UGR tenía aprobadas en Consejo de Gobierno una serie de titularidades y cátedras y, de acuerdo al nuevo decreto aprobado por el Gobierno, vamos a trabajar para ver si hay que autorizar poder sacar este año esas plazas de promoción interna", ha subrayado la rectora.
Además, ha mostrado su interés por conocer la foto fija del personal investigador en formación. "Un personal que está aquí con becas predoctorales, postdoctorales y realizando su actividad investigadora en otros países para un ligarlo al desarrollo de nuestra plantilla, ya que está envejecida -edad media 50 años-", ha comentado Aranda mientras apuntaba la dificultad de "poder compensar inmediatamente los efectos perniciosos que ha tenido la crisis y las medidas del Gobierno central en torno a todo lo que ha sido la reposición".
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