Una constante disputa entre razón y pasión
Haciendo caso de los partes meteorológicos, las cuatro hermandades del Martes Santo no se pusieron en la calle pese a que el cielo en ese momento les invitaba a tomar otra determinación · Miles de personas arroparon a las cofradías en los templos
Dijo Blaise Pascal que "el corazón tiene razones que la razón no entiende". En esa disputa diaria se encuentran inmersas las distintas hermandades y corporaciones nazarenas de la Semana Santa de Granada, en una batalla constante entre lo que les pide el corazón y su pasión y lo que verdaderamente les insta la razón.
Este Martes Santo de Granada ninguna de las cuatro hermandades pudo efectuar su respectivas salidas, pese a que a la hora de tomar la decisión el cielo, a excepción de una, les invitaba a ponerse en la calle, pero los partes decían otra cosa a final del día que se llegó a cumplir.
Llanto en el Zaidín
"Viendoos las caras puedo decir que estoy muy orgulloso de todos vosotros". Estas palabras, con la voz resquebrajada, fueron las que el hermano mayor de La Lanzada, Enrique Trujillo, dedicó a sus hermanos después de anunciarles que se suspendía la estación de penitencia 2024 desde la Parroquia de Los Dolores.
La decisión más difícil de su Cabildo y Junta de Gobierno la tuvo que tomar la cofradía, que si miraba al cielo podía aferrarse a ponerse en la cale, pues el cielo era azul con alguna nube 'decorosa' que no hacía presagiar que la jornada se cerrara, como así pasó.
Así, la hermandad, que este año estrenaba potencias para el Señor de La Lanzada, optó por evitar el sobresalto de hace dos años y quedarse en su templo, donde centenares de personas pasaron para ver al 'moreno' del barrio y a la Virgen de la Caridad.
Tampoco desde San Juan de los Reyes
La belleza de los pasos de la Hermandad del Vía Crucis en su discurrir por las calles de San Juan de los Reyes y el Albaicín tendrán que esperar también otro año, después de que la hermandad decidiera no ponerse en la calle ante las malas previsiones.
En este caso la cofradía, que ya venía marcada por la decisión de La Lanzada, tuvo claro desde primera hora el protocolo a seguir, y aunque el sol llegaba a brillar en las puertas de la capilla de salida, la hermandad albaicinera tomó la decisión más sensata.
Al igual que el resto de hermandades, la cola para poder ver los pasos dejó más pequeña aún si cabe la calle San Juan de los Reyes, donde la devoción y el fervor popular dio el arropo que necesitaba la hermandad.
Solemnidad en la decisión de La Esperanza
Con este panorama, la tarde pintaba un día más igual que las anteriores en la Semana Santa de Granada, por lo que las dos hermandades restantes solo tenían que confirmar lo que era un secreto a voces: no habría salidas.
Así ocurrió en la Esperanza, que aunque tuvo una hora más de margen respecto a sus predecesoras en horario, también contó con varios chaparrones caídos momentos antes de la hora fijada para su salida, lo que facilitó la determinación.
Así, la estación de penitencia se realizó en el interior de San Gil y Santa Ana ante sus titulares, mientras miles de personas se agolpaban a las puertas para verlos de cerca, algo que sucedió, demostrando también la madurez del mundo cofrade granadino y visitante.
Sin opciones para La Cañilla
Si mientras decidía la Esperanza la lluvia cayó por momentos, justo cuando el hermano mayor de La Cañilla, Germán Bolívar, comunicaba a sus hermanos la decisión, empezó a caer también la lluvia que remarcaba el acierto de las tres anteriores y de su Junta de Gobierno.
Con rostro serio y solo en el altar mayor de Santo Domingo, Bolívar llegó a pedir perdón a sus hermanos por la decisión, respondiéndoles estos con una cálida ovación en el interior del templo que ayudó a paliar el llanto.
Para desquitarse, tanto la Banda de Armilla, como la Agrupación del Dulce Nombre interpretaron varias marchas con las que ya ha comenzado la cuenta atrás del Martes Santo de 2025, uno más cerca del centenario que tienen previsto vivir en la cofradía del Realejo.
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