El Centro Especial de Empleo de Benamaurel apoya el cultivo de la alcaparra y el envasado de vegetales
Cuenta con ocho trabajadores que presentan algún tipo de discapacidad intelectual, física o sensorial, y el 75% de ellos lleva más de veinte años en la empresa
El Centro Especial de Empleo (CEE) de Benamaurel ha contribuido a la dinamización de la economía local con el cultivo de la alcaparra y la elaboración de conservas vegetales.
Creado en 1997 y gestionado por la Asociación Esperanza, especializada en la atención a personas con necesidades especiales. Esta empresa facilita la contratación de vecinos del municipio de la comarca de Baza como trabajadores eventuales, necesarios durante el periodo de recolección de la alcaparra, según ha informado la Junta en una nota de prensa.
El delegado de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Granada, Javier Martín, ha recorrido las instalaciones del CEE junto al alcalde de Benamaurel, Francisco Torregrosa, y el presidente de la Asociación Esperanza, José Antonio Casado, y han coincidido en defender la necesidad de que las administraciones apoyen a las personas con discapacidad para insertarse en el mercado laboral, lo que permite que puedan "trabajar y obtener una remuneración suficiente que logre satisfacer sus necesidades propias y la de sus familias".
Casado ha explicado que la actividad principal del CEE es la elaboración de conservas vegetales de tomate y pimiento, y la recogida y envasado de la alcaparra de la zona, que es la única catalogada como ecológica. También ha añadido que en estos últimos años se viene trabajando en la ampliación de producciones y mercado, facilitando así la integración laboral de las personas con discapacidad.
En la provincia de Granada, el importe concedido a los CEE supera los seis millones de euros para respaldar a 1.364 beneficiarios. En el caso del centro de Benamaurel, la aportación de la Junta es algo más de 48.000 euros.
El alcalde del municipio, con unos 2.000 habitantes, ha subrayado el impacto que tiene el cultivo de la alcaparra en la economía local. Durante las semanas previas a la recolección, se ponen carteles en el pueblo para la gente que quiera participar en la recogida. Ésta se hace de manera manual y el recolector vuelca el producto en unas calibradoras. Las de menor calibre son las mejores y las más cotizadas.
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