Una segunda oportunidad para la Huerta Grande de la Almanxarra
El Cuarto Real de Santo Domingo aspira a entrar en el 'circuito' de monumentos que visitar de Granada tras someterse a una profunda restauración
El Cuarto Real de Santo Domingo está sometido a trabajos de restauración. Foto: Antonio Ropero
Considerado como el edificio residencial más antiguo que se conserva en la actualidad, el Cuarto Real de Santo Domingo afronta los últimos días hasta culminar con una restauración que le dará una 'segunda oportunidad' para convertirse en otro de los monumentos obligados a visitar en Granada y conocer de lleno, aún más, la historia que la hace especial.
Con la denominación de la Huerta Grande de la Almanxarra, este enclave ubicado a pocos metros del centro de la ciudad fue un espacio que los Reyes Católicos adquirieron para cederlo posteriormente a la Orden de Santo Domingo y que estos fundaran el Convento de Santa Cruz la Real.
El espacio que este enclave ha ido ocupando se ha ido mermando con el paso de los años debido principalmente al incremento del urbanismo, la desamortización de los bienes eclesiásticos del siglo XIX y la cesión a manos privadas de parte de los terrenos, de modo que en el año 1500 ocupaba 3,07 hectáreas, pasando a las 1,27 que tenía en el año 1865 a las 0,87 que ocupa en la actualidad, rodeado de numerosos inmuebles y construcciones que lo han reducido a la tercera parte de lo que llegó a ser.
La propiedad no llegó a ser del Ayuntamiento de Granada hasta 1990, aunque entonces poco quedaba del área de huertas con jardín y diversas edificaciones de las que apenas queda la qubba o salón de protocolo, ubicados en el interior de un torreor de la muralla de Arrabal de los Alfareros.
Además de la qubba destacan otros elementos como el pórtico que daba a una fuente y una alberca octogonal que ocupaban uno de los frentes del jardín, disposición que se mantuvo intacta hasta mediados del siglo XIX, pero con la llegada de la construcción todo se vio reducido a lo que aún queda.
Así, el jardín originario quedó enterrado por el actual, mientras que la qubba se incorporó como salón de la casa después de ser sometida a restauraciones "muy poco científicas". En el siglo pasado la casa aledaña a la qubba sufrió cambios en su aspecto, de modo que una terraza abierta por un mirador cubierto la sustituyó y desde hace 50 años, por una pérgola de hormigón.
El Cuarto Real de Santo Domingo está próximo a su reapertura. Foto: Antonio Ropero
Restauración en 1995
Según informan en la Escuela de Estudios Árabes, fue en 1995 cuando se iniciaron los trabajos de restauración para intentar rescatar la forma y organización primarias del Cuarto Real de Santo Domingo y cuyas excavaciones extrajeron la cimentación del pórtico, la alberca y los andenes del jardín.
Seis años más tarde se iniciaron las mejoras en la cubierta, que antes había sido renovada en su estructura hacia el siglo XVIII, garantizando de este modo la protección de la armadura que cubre la sala por dentro.
Zunchos de madera anclados a los muros para devolver la primitiva disposición estructural formaron parte de aquel proyecto en la qubba, y en la que además se mejoró la "rica decoración" que existe en su interior, eliminando "gruesas capas de cal y numerosos añadidos poco respetuosos con la ornamentación original, frutos de malas intervenciones de comienzos del siglo XX".
Ahora, la restauración va dirigida a terminar por recuperar este espacio así como sus jardines, con la pretensión de que en abril el público pueda contemplar todo lo que hay de historia en este enclave, que ahora tiene una 'segunda oportunidad' para recuperar su importancia.
Fuente consultada: Escuela de Estudios Árabes de Granada
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